93: Promesa (Parte 5)

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Conway se encontraba en su despacho, su mente divagaba entre aquellos recuerdos de su encuentro con aquel a quien había elegido como su omega, ese chico era muy especial, debía tenerlo a toda costa y a pesar de que perfectamente contaba con los medios para tenerlo consigo, prefería no hacer uso de aquello. Con decir que su poder era tal que tan sólo una simple llamada bastaba para tener ya a ese chico en su casa, marcarlo como suyo y casarse con él de forma inmediata y discreta, no obstante hacer eso sería ir contra de la voluntad del omega y Conway no quería hacer nada que le hiciera entristecer.

El alfa en cambio quería hacerle feliz, aquel omega podría significar aquel cambio importante que requería y que supo cuanto lo necesitaba en el momento en que pudo probar todo aquello de él.

Jack enfocó su vista al móvil el cual vibró, el hombre lo tomó en manos, quizás con la esperanza de que el chico le haya mandado algún que otro mensaje, sin embargo resultó ser otra persona, el alfa frunció el ceño, no pensaba que tan pronto su pequeña visita a Marbella fuera notificada a aquella persona.

“¿Qué tal fue el viaje? Ya supe que fuiste a conocerlo ¿Todo bien con él?”

“Sí todo bien, estás bastante bien informado por lo que parece”

“Es un buen chico, espero que sea de tu agrado”

“Lo es, no te preocupes por eso”


“¿Y qué piensas? ¿Te interesa?”

“Lo quiero”

“Me alegra saber eso”

“Pero no te equivoques, las cosas se van a hacer a mi manera”

“Me interesa y mucho pero no voy a obligarlo a nada, si él llega a estar conmigo, quiero que sea con su aprobación”


“No podía esperar menos de ti colega”

“Cuídalo bien, es un poco sensible pero seguramente podrás con eso”

 

El alfa dejó el teléfono sobre la mesa, necesitaba algo de alcohol por lo que se puso de pie y caminó hasta el ventanal por el cual se podía apreciar el paisaje urbano de la ciudad, se vacío un poco de whisky en un vaso, su rostro reflejaba nostalgia, él era un hombre que ya había tenido demasiadas experiencias en la vida, y una de ellas lo que era la familia, por muy breve que fuera. Dio un trago al licor, Toni podría ser su segundo intento por obtener una familia, no iba a admitirlo pero en el fondo sentía mucho miedo, el miedo de volver a perderlo todo .

El hombre dejó el vaso sobre la mesa tomó asiento nuevamente, no podía dejar de pensar en aquel chico, era extremadamente bello, su sola existencia era un capricho divino, el capricho de Dios por crear al omega perfecto, pero tal vez era de esperar que así fuera, después de todo Toni era un Gambino, aquella familia italiana estaba bendecida con una notable belleza en cada uno de sus integrantes. Era como tener admirar un jardín de rosas, colores bellos, fragancias inolvidables algunas suaves otras más atrevidas y Jack se había fijado en aquella rosa amarilla, de un tono llamativo y una fragancia débil, una flor pequeña pero que a la vez le era imposible no destacar entre todas las demás, a pesar de ese sentimiento, Jack no podía ser totalmente descuidado y simplemente tomarla con sus manos, por más hermosa que fuera esa flor, no debía olvidar que las rosas tienen espinas y las espinas, en especial de aquella familia de rosas podían llegar a ser muy peligrosas.

Corrupción (En Corrección) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora