57: Creyente (Parte 6)

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Raúl miraba hacia los alrededores insistentemente, estaba a la espera de que su amado apareciera, la suerte de Salinas era tal que terminó obteniendo otra salida con aquel joven, el mafioso como era de esperar estaba ansioso por volver a ver a su bello “futuro novio” por lo que los minutos de la espera le parecían una eternidad.

Finalmente pudo escuchar la voz de Toni llamándole desde la distancia, Raúl volteó la mirada para verle, el rubio venía usando una camisa color azul, sobre esta usaba un chaleco y finalmente pantalones negros ajustados, Salinas suspiró ante ello pues simplemente todo le quedaba estupendo a Toni, sin más demora se encaminó hacia él.

— Toni ¿Cómo estas? — saludó con una sonrisa

— Bastante bien Raúl, me alegra poder verte... Ah es verdad — el joven extendió la pequeña caja a Salinas — es un regalo para ti

— ¿Para mi? — Salinas tomó la caja tocando por unos breves instantes los finos y delicados dedos del rubio

— Es una corbata... No sé si sea de tu agrado pero aún así te la obsequio

— Lo que sea que tu me des... Me hará sentir muy feliz Toni — mencionó al abrir la pequeña caja

— Oh que dulce

— ¿Podrías ayudarme a colocarmela?

— Desde luego Raúl

Raúl procedió a desatarse la corbata roja que estaba usando, para reemplazarla por la corbata que su amado acababa de regalarle, el rubio le ayudó a atar y acomodar cuidadosamente la corbata para que esta pudiese lucirse, Salinas tan solo observaba el rostro del chico, el tenerlo tan cerca tan solamente le daba oportunidad para que pudiese ser capaz de admirar más y más de cada minúsculo detalle de su hermoso rostro.

Finalmente el rubio terminó con lo suyo para enseguida levantar la mirada hacia el rostro del pelinegro y sonreírle, causando que los latidos del corazón del abogado se acelerarán como si estuviera corriendo un maratón, sin pensarlo dos veces, sus manos se dirigieron temblorosamente hacia su rostro, el rubio algo confundido pero no disgustado, simplemente frotó aún más su rostro contra la mano del hombre.

— Joder que tierno — murmuró el pelinegro ante ello

— Gracias — respondió el chico ante el cumplido

— ¿Cómo le haces para ser tan bonito?

— Oh pues... No lo sé, pero que halagador que pienses que soy bonito

— Lo eres... Eres el chico más lindo que he visto en mi vida

— ¿Ah si? — el rubio desvío la mirada — Raúl, respecto a lo del otro día... Dime ¿Qué es lo que piensas de mi?

— Como te dije antes, para mi eres especial, eres un chico muy lindo y me agradas en verdad

— ¿Acaso te gusto Raúl?

— ¿Eh? — Salinas se quedó mirando durante un par de segundos al chico frente a él, finalmente trago saliva y se animo a hablar — Me gustas Toni

— Entiendo...

Raúl cerró los ojos con fuerza ante el temor de ser rechazado definitivamente por su amado, estaba asustado pues el rechazo era algo con lo que no podría luchar, no obstante terminó abriendo los ojos rápidamente al percatarse de que estaba siendo besado en los labios.

El joven de cabellos rubios estaba besando los labios del mafioso, un beso el cual fue corto pero bastante significativo, al finalizar el rubio sintió repentina pena y terminó por apoyarse contra el pecho de Salinas, quien estaba en completo shock ante tal inesperado acto.

— No entiendo muy bien esto de las relaciones Raúl... Pero considero que tal vez podría... Bueno intentarlo, porque creo que eres un buen hombre

— Ya veo... — Salinas colocó una de sus manos sobre la cabeza del rubio dándole un par de caricias

— No sé a donde nos lleve esto... Pero me gustaría intentarlo... Aunque sea por esta vez

— Créeme que no te arrepentirás de darme esta oportunidad Toni, yo te haré el hombre más feliz de toda esta puta ciudad

— Jajaja espero que así sea Raúl

La sonrisa de Salinas era incontenible, como si fuese un milagro había conseguido una oportunidad con el chico de sus sueños, finalmente había logrado besar aquellos labios tan ansiados, simplemente todo daba señal de que serían días repletos de felicidad.

La cita fue avanzando bastante bien, caminaron en aquel parque mientras hablaban cosas de sus vidas diarias, después de ello fueron a comer a un pequeño restaurante el cual tenía mesas fuera, donde ambos reían ante las anécdotas graciosas que contaban mutuamente a la vez que disfrutaban de sus alimentos y veían personas ir y venir por aquellas calles, Raúl recordó sobre la noticia de que había una feria en la ciudad, esas cosas no eran lo suyo, pero estaba seguro de que muy por el contrario a Toni le encantaría ir allí, por lo cual le hizo la propuesta.

— Suena bien, por supuesto que quiero ir contigo Raúl

— Me alegro de escuchar eso, entonces vayamos

— Si, vamos

La pareja viajó en el auto de Salinas, cada minuto que pasaba se preguntaba si realmente estaba viviendo en la realidad o si acaso estaba en una clase de sueño maravilloso del que no querría despertar, sumando a la experiencia, estaba el rubio cantanto animadamente canciones de Eros Ramazzotti o de Nek, se le veía tan feliz al hacer eso.

Al llegar a su destino, ambos bajaron del vehículo y se encaminaron a recorrer el lugar en busca de algo que despertase su interés, pasaron en sitios como un puesto de tiros, en donde Raúl sacó sus habilidades de tantos años de experiencia con armas, dejando a Toni bastante impresionado.

Posteriormente fueron a un puesto donde median la fuerza a través de golpes, Raúl quedó bastante sorprendido al saber que el rubio era bastante fuerte, más de lo que su cuerpo aparentaba, pues el rubio le superó sin lugar a dudas, con el pasar de los minutos ambos continuaban caminando por el lugar, Toni estaba comiendo de un algodón de azúcar que había comprado, pues le hacía bastante ilusión hacer eso ya que estaban en una feria.

Raúl por su lado sólo sonreía al ver lo lindo que se veía el chico con esa actitud tan tierna, repentinamente sus ojos lograron visualizar algo que captó su interés, una máquina que según podía predecir el nivel de “amor” el hombre se lo tomó con humor pero aún así le hizo saber al menor sobre ella, Toni sonrió ante la idea y decidieron intentarlo a ver que salía.

Raúl procedió a meter las monedas en la máquina y a colocar su nombre y el del chico esperando a ver cual sería el resultado de eso, para sorpresa de ambos la máquina dio un resultado más que favorable.

“Raúl y Toni tienen un 100% de amor”

Continuará...


Me encanta observar y comparar a los dos libros, como en uno todo es amor, sexo y otras cosas mientras que en el otro es todo dolor, sufrimiento y cosas turbias jajaja

Me encanta observar y comparar a los dos libros, como en uno todo es amor, sexo y otras cosas mientras que en el otro es todo dolor, sufrimiento y cosas turbias jajaja

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Corrupción (En Corrección) Where stories live. Discover now