87: Promesa (Parte 1)

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Toni x Conway

Otro omegaverse porque sí y con esto anuncio mi regreso a las andadas por aquí ;)
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El joven comenzó a removerse entre las sábanas, tal parecía que ya era momento de despertar pues la luz del sol comenzaba a molestarle, por lo que procedió a destaparse y al momento pudo sentir una fuerte resaca. El chico se sujetó la cabeza y maldijo en voz baja, sin duda había tenido una noche demasiado movida.

Sus ojos observaron la habitación yde inmediato notó que no estaba en la suya, el chico miró a su lado y se encontró con que estaba acompañado, un hombre de cabellera negra que aún dormía pacíficamente, Toni se levantó instantáneamente de la cama, la había cagado, no recordaba absolutamente nada de lo que había sucedido la noche anterior, es decir recordaba que quería salir a pasar el rato en la ciudad pero... No tenía ni la menor pizca de sospecha qué terminaría en una situación como en la que estaba.

No hacía falta cuestionarse, estaba claro lo que había pasado, su cuerpo desnudo y lleno de marcas lo dejaba en evidencia, muy seguramente se había liado con algún tipo en medio de alguna fiesta o reunión en un bar y ahora tenía que afrontar las consecuencias de aquello.

O tal vez no...

El chico tomó sus prendas del suelo lo más rápido que le fue posible, no tenía intenciones de pasar por una conversación incómoda con la persona durmiente, así que simplemente tomó sus cosas y salió del lugar sin mirar atrás.

No tenía interés de saber quien era aquella persona, ese descuido sólo quedaría como lo que era, un error de una noche, uno del que no recordaba y por lo tanto no tendría que saberse por nadie.

[...]


El día fue transcurriendo con normalidad, el joven llegó a su casa y se dio una larga ducha, tenía que limpiarse adecuadamente y pensar en la excusa que le daría a su hermano por su ausencia, ciertamente Carlo solía portarse sobreprotector con él y no era de extrañarse debido a que según él Toni “necesitaba” especial atención y esto símplemente por ser un omega.

Toni el primogénito de la familia Gambino había resultado pertenecer a esa casta y por el contrario, su hermano menor había sido alfa, una broma de mal gusto a su parecer, puesto que eso significaba tener que estar bajo el cuidado y comportamiento celoso de Carlo.

«Jamás dejaría que ningún imbécil le ponga una mano encima a mi hermano, a él no»

Al estar lejos de sus raíces y familia, Carlo tomaba el papel del alfa mayor, su misión era proteger a su hermano de cualquier mierdecilla con patas que pretendiera siquiera mirarle, su familia tenía un honor y prestigio que mantener, era evidente que se necesitaría ser más que Dios para tener el privilegio de cortejar a un Gambino y sobretodo a un omega de belleza envidiable como lo era Toni.

Si, bastantes expectativas existentes y que prácticamente todas se arruinaron en una noche de alcohol ¿Quien iba a imaginarlo? Su hermano adorado, su protegido y su única familia que tenía junto a él, había cometido un descuido, definitivamente Carlo no podía enterarse de ello, sería bochornoso el tener que estar detrás de él intentando hacerle retractar de su muy segura intención de matar al desconocido con quien pasó la noche.

Pero ya todo daba igual ¿Cierto? Su error no tendría consecuencias, tan sólo debía ocultar la evidencia en su cuerpo con la vestimenta adecuada y Carlo no tendría que saber nada, así de simple y con esa actitud el joven terminó de alistarse y emprender el viaje a la calle para olvidarse de todo y continuar con su vida normal.

Por otro lado, el hombre de cabellera negra finalmente despertó de su sueño tan profundo y al encontrar su cama vacía, un chasquido de lengua provino de él, su amante se había marchado.

Con fatiga fue levantándose de la cama, esperaba mínimo un adiós por parte de la conejita rubia con quien había pasado tan espléndida noche, una noche que quizás jamás olvidaría. Sin demorar más tiempo, fue dirigiéndose a su baño puesto que necesitaba aquella ducha fría para refrescar más de aquellos recuerdos.

Podía escuchar claramente el sonido del agua cayendo por la regadera, el hombre lavaba su cabello mientras recordaba esa noche tan apasionada, ciertamente él no era de los tipos que acostumbran a beber llegando a ponerse hasta el culo y mucho menos liarse con alguien más, sin embargo aquel omega de ojos celestes fue la excepción, una maravillosa excepción.

Sus memorias no estaban del todo conservadas producto del alcohol desmedido, pero lo poco que tenía era para deleitarse, expresiones, ruidos obscenos, palabras sucias, besos que eran cargados de deseo y para el final, promesas, un par de promesas hechas con dulzura acompañadas de caricias y miradas tiernas.

Finalmente el alfa salió del baño secándose con una toalla, al terminar de vestirse símplemente tomó su teléfono y comenzó a marcar a aquel número que tenía agendado recién, un par de tonos seguido de la molesta voz de la contestadora enviándole a buzón de voz fue lo único que obtuvo como resultado, se mostró un poco más insistente y marcó otro par de veces, una vez cayó en cuenta de que no tendría resultados satisfactorios con solo llamar, optó por tomar las llaves de su auto y salir a la calle.

Las cosas no podrían simplemente quedarse en nada, existían promesas que cumplir de por medio, las mismas promesas que fueron hechas en medio de aquella noche tan especial, el alfa no iba a olvidarse de ellas, no iba a ignorar ese recuerdo de aquel hermoso chico que se entregó a él de forma tan apasionada, una forma de actuar tan devota y jurando absoluta lealtad siendo que era la primera vez que se veían en la vida.

El hombre llegó a su vehículo, encendió un cigarro y comenzó a conducir por las calles de lo que para él era una nueva ciudad, un lugar desconocido en el cual tenía intención de establecerse y dar vuelta de página, por el momento su máxima prioridad estaba más que claro enfocada a que tendría que ir tras su omega de cabellera rubia, no sabía la razón de su repentina huida pero lo que sí estaba seguro era que ambos tenían que volver a verse, ese encuentro no era símplemente algo de una noche, él se lo prometió.

Continuará...

Corrupción (En Corrección) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora