43: Creyente (Parte 5)

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Toni se encontraba en el casino junto a Hai, habían quedado para pasar el rato pues no tenían nada más importante que hacer, Toni sonreía al ver al asiático apostar y apostar como si no hubiese un mañana, pues aquello le parecía una total locura.

El joven sabía desde luego que Hai tenía mucho dinero pero no esperaba que realmente fuera tanto, además de que se sumaba las constantes quejas de su al parecer asistente, un hombre ruso con una manera muy particular de hablar el cual se oponía a que Hai siguiera tirando dinero, puesto que el asiático estaba perdiendo una y otra vez.

En cuanto a Toni, bueno el tenía mucha más suerte en eso, pese a que su plan original estaba pensado en venir y aprovechar para deshacerse de algo de dinero que no usaba, al final terminó llevándose mucho más.

Después de aquella racha de pérdida por parte del asiático, este se decidió a invitar al rubio a comer, no obstante esta petición fue rechazada por el menor, pues este tenía deberes que cumplir en la iglesia, pues de vez en cuando ayudaba en el mantenimiento de esta, a final de cuentas se trataba del lugar donde expresaba su fe.

Hai, no se lo tomó a mal, pues perfectamente era consciente de que Toni realmente era un hombre religioso, así que se ofreció a llevarle hasta el edificio, Hai era un hombre que siempre había elegido la vida de lujos, excesos y placeres, no lo negaba en lo más mínimo, el era un hombre de poder, dinero e influencia, básicamente conocía a la ciudad entera, no obstante pese a aquellas experiencias, el hombre sentía que haber conocido al rubio era lo mejor que le había sucedido.

Pues el chico era bastante divertido, tenía una personalidad única y bastante desinteresado en cuanto a dinero se refiere, puesto que el joven en realidad no solía pensar demasiado en ello, le daba igual la cantidad que tuviese, incluso tal como había hecho antes, su intención era perder dinero pues no le gustaba tener demasiado... Pero tal parece que el joven estaba bendecido o algo por el estilo, pues su suerte era envidiable.

Hai hacía bromas al respecto, sobre que si ese era el resultado de ser tan devoto a la iglesia, entonces él también podría intentarlo.

Si bien sus emociones por el rubio eran claras para sí mismo, no era lo mismo por el lado del rubio, pues este simplemente no captaba ni una sola de las indirectas o coqueteos intencionales, nada, simplemente el chico era demasiado ingenuo, aún así el asiático no perdía las esperanzas, pues él era paciente y podía seguir intentándolo un poco más, con la esperanza de que Toni algún día se percate de lo que sucede a su alrededor.

Una vez llegado al destino, Toni dio las gracias y bajó de inmediato del vehículo deportivo del hombre, el joven caminaba tranquilamente hacia la iglesia pensando en lo que podría hacer para ayudar en ella, tal vez sería una tarde algo ajetreada.

Mientras tanto, Raúl se encontraba mirando a través de su ventana, sus pensamientos seguían centrados en recordar a su amado, en pensar en su sonrisa, sus lindos ojos, su voz... Salinas suspiró una última vez, quería verlo pero como siempre dudaba sobre sus acciones, sobre que tanto debería avanzar con él, pues si todo dependiera de él mismo, le sería tan fácil simplemente pedirle que fuera suyo.

Pero en este caso quería hacer las cosas bien con él, quería enamorarlo, hacer que el rubio se entregara a él por su completa decisión.

Los pensamientos del pelinegro fueron interrumpidos por su fiel compañero, Sergio le llamó para entregarle un sobre, el cual contenía la información que los otros compañeros habían logrado averiguar del rubio, Raúl se emocionó y tomó el sobre, ya lo leería después cuando estuviese a solas.

Sergio tenía bastante curiosidad acerca de la insistencia de su jefe sobre el joven aquel, pues había sido muy claro y estricto con respecto a la forma en la que tenían que obtener dicha información, sobretodo para no levantar sospechas en el joven.

- ¿Qué piensa hacer con ese chico? - cuestionó el ayudante

- Él será mi pareja

- ¿De nuevo pretende acostarse con alguien? Si es así... ¿No sería más fácil simplemente ofrecerle dinero? No creo que realmente haga falta saber todo de él

- No lo entiendes Sergio... Este joven es distinto, es especial... Está repleto de pureza

- ¿Pureza?

- Sí... Es el hombre que necesito a mi lado, pronto lograré tenerlo en mis brazos, pronto podré tenerlo para mi

- Si es tan puro como dice... ¿Cree que acepte salir con un hombre que es jefe de una mafia? Esa parte la veo muy complicada

- No tiene porqué saberlo, sólo debo mantenerlo en secreto al menos hasta que considere el momento adecuado... Para ese entonces él deberá estar tan enamorado que no le importará a cuantos he matado

- Honestamente jefe, eso se escucha como una muy mala idea

- Para nada, ya lo verás, lo conquistaré, lo haré mío y no le dejaré marchar, él me amará tanto como yo lo amo a él... Tengo muchas esperanzas de que eso pase

- Si usted lo dice, en fin yo sólo soy un sicario más en esta organización, esperaré órdenes

-No te preocupes, yo te avisaré si necesito algo, ahora iré a ver que lograron averiguar de mi amado

- Muy bien, adelante señor

Salinas se marchó inmediatamente a su habitación, estaba tan entusiasmado de saber más sobre Toni, la clase de vida que lleva, quienes eran sus personas más cercanas o si realmente no había alguien en su vida que pudiese significar un gran obstáculo.

Para fortuna de Salinas, los reportes arrojaban que Toni era un gran sujeto, un chico que en efecto, era dueño de una tienda en la ciudad... Bueno aunque también habían más tiendas registradas a su nombre y el de otra persona, la cual suponía que era su hermano, según la investigación, Toni decía la verdad sobre el no tener ninguna pareja sentimental, muy por el contrario el joven solía dedicar su tiempo a asistir a la iglesia y ayudaba al padre a mantenerla en pie.

Fuera de eso, también pasaba tiempo con varias personas, las cuales suponía que eran sus amigos, pero realmente nada raro más allá, bueno en realidad si había una cosilla, una molestia insignificante y esta era la presencia de Hai cerca de Toni, este sujeto aparentaba insistir demasiado en cortejarle, Raúl soltó una risa, pues pensaba que Hai estaba muy equivocado si creía que sus inútiles intentos podrían servirle para tener a Toni, Raúl estaba demasiado confiado que él sería el único vencedor en esto de obtener el corazón del chico, sólo era cuestión de esperar.

Continuará...

Corrupción (En Corrección) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora