70: Sombra (Parte 12)

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Toni abrió los ojos lentamente, había estado durmiendo durante un buen rato por el agotamiento, se removió un poco entre las sábanas aunque se arrepintió de inmediato de hacerlo pues pudo sentir el dolor en sus caderas y también por las distintas marcas que cubrían su cuerpo, el joven miró hacia su lado, percatándose de que no había nadie acompañándolo en la cama.

El rubio suspiró con fastidio — Genial, me folla hasta el cansancio y me deja solo una vez que terminó... Lo voy a matar — murmuró el chico al volver a cerrar los ojos, pues aquello no demostraba mucha caballerosidad por parte del castaño

Una vez Toni se encontraba mejor, se dispuso a levantarse y ducharse, se tomó el tiempo necesario para limpiar su cuerpo de todo rastro de lo que había pasado, aunque claro, las marcas no eran nada fáciles de ocultar, quizás tendría que pasar a una tienda y comprar otra vestimenta que si alcance a cubrirle.

Al terminar salió de la habitación buscando a Greco por todos los rincones de la casa, sin éxito alguno por lo que el rubio marcó un par de veces a su teléfono, pero las llamadas no fueron respondidas, la expresión de serenidad de Toni cambió a una expresión de molestia.

Greco tendría serios problemas después de semejante grosería, el rubio terminó por tomar sus cosas y salir de aquella casa para dirigirse a su auto para ya largarse de una buena vez.

Los minutos transcurrían, el rubio cambió sus vestimentas al llegar a una tienda de ropa, justo cuando salía una llamada a su teléfono llegó, el rubio tomó el teléfono con la esperanza de que fuese Greco para reprenderle por abandonarle, no obstante resultó ser otra persona quien llamaba.

— Hai ¿Que pasa? — habló el rubio al responder la llamada del asiático

— Poni, vamos a hacel una leunión pala pasal el lato ¿Quieles venil?

— ¿Ahora mismo?

— Si, si

— Muy bien, dime el lugar — Toni sonrió, tal vez esa pequeña reunión vendría bien para olvidarse de ese tema de Greco

— Ven al tallel del otlo chino, te espelamos aquí

La llamada fue colgada, Toni se apresuró a entrar a su vehículo y continuar con su trayecto ¿De qué se preocupaba tanto? Seguramente había una explicación para lo de Greco, tal vez se le atravesó una urgencia, sea como sea ya hablaría con él más tarde, pero por mientras un poco de diversión con amigos sería algo muy bueno de hacer para despistar la mente por un rato.

Toni logró llegar al extraño taller que pertenecía a otro chino del lugar, un sujeto que solía crear máquinas increíbles, según habían planes de que la familia Gambino se asociara con el chino para poder tener beneficios mutuamente, no obstante aún no había nada oficial por mientras.

El rubio ingresó al lugar, encontrándose con Hai, Igor y José, la reunión amistosa dio comienzo, entre bromas, música, baile y anécdotas mafiosas extrañas, todo se tornaba bastante divertido, Toni pensaba en lo mucho que las cosas le estaban yendo de maravilla con relación a la mafia, su negocio ilícito estaba dejando grandes cantidades de dinero tanto que ya no sabía que hacer con él, José era el mejor trabajador que podría desear, un sujeto leal como un perro y siempre dispuesto a ver por la seguridad de sus jefes antes que la suya.

Incluso Hai, Igor y Fedor, quienes al principio dieron algunos problemas, en su actualidad se llevaban bien, en verdad que era sorprendente la forma en que las cosas cambiaron en tan poco tiempo.

Toni estaba demasiado ocupado en divertirse y beber que no podía tomarse el tiempo de pensar en cosas del futuro, cosas como el día en que Greco se entere de quien era en realidad.

El castaño de barba se encontraba dando vueltas por la ciudad en su patrulla, al no saber que más hacer, decidió ir a trabajar nuevamente para olvidarse de todo, aún así su mente divagaba por aquellos pensamientos que precisamente no quería tener.

La gran falta de respeto que le había hecho a su pareja, el acostarse con él pensando en otro hombre, en imaginar que a quien estaba tomando era otro... Era lo más bajo que Greco había hecho, eso no estaba para nada bien, Toni era su novio, era una persona muy linda y no merecía esa falta, aunque en el fondo Greco sabía que precisamente la razón por la que se vio atraído a Toni en primer lugar fue el parecido que tenía a Gustabo, un parecido que más tarde se comprendería que sólo era cuestión del físico, puesto que el interior era muy diferente.

Toni, un chico dulce, algo ingenuo pero muy atractivo y elegante a más no poder, muy distinto a la víbora rastrera que era Gustabo, aún así ¿Por qué sigue tan empeñado en pensar en Gustabo? Ese tipo no valía la pena, era un auténtico hijo de puta, pero a pesar de ello, Greco no puede dejar de amarle, incluso cuando no debería hacerlo, incluso cuando se supone que estaba con alguien más.

El castaño lo sabía, sabía lo cruel que estaba siendo al estar prácticamente usando a Toni como premio de consuelo, de tenerlo sólo para proyectar en él, lo que no pudo ser con Gustabo, Greco frenó el vehículo, dejando reposar su frente contra sus manos sobre el volante, realmente estaba siendo un asco de persona.

Había preferido huir de la habitación antes que enfrentarse al hecho de haber engañado a Toni aunque fuese mentalmente, temía haberle hecho daño durante ese trance, Greco estaba siendo un completo cobarde al no querer afrontar las consecuencias de sus actos, de que si Toni llegase a saber la verdad, le abandonara ¿Qué haría si eso llegase a pasar? Una vida sin Toni, no era una opción, no podía ser, por más mierda que sucediese, Toni no podía alejarse de él, porque era su pareja, porque era lo único que le quedaba.

Un llamado por la radio interrumpió a Greco, un agente solicitaba un patrulla para trasladar a un detenido a comisaría, Greco sacudió rápidamente su cabeza y respondió al llamado, pues estaba cerca de la ubicación que dictó el agente, Greco quiso volver a olvidarse del tema aquel rápidamente, fue así que él se ofreció a ir por el detenido.

Una vez Greco llegó a la ubicación, el agente mencionó lo complicado que había sido controlar al detenido, rápidamente otro agente trajo consigo al sujeto para hacerle entrar al patrulla, el castaño de barba se quedó mirando fijamente al detenido aquel, pues se le hacía familiar, después de pensarlo durande unos instantes, lo recordó... Ese era el hermano de Toni.

— ¿Cuál es el problema con ese chico? — cuestionó Greco al agente a su lado

— Posesión de drogas en una cantidad cuando menos inusual — respondió el agente — además de comportamiento violento de su parte

— ¿Qué? — La mirada de Greco se vio sorprendida, el hermano de su pareja... ¿Posee drogas?

Continuará...

Corrupción (En Corrección) Onde as histórias ganham vida. Descobre agora