ꞋꞌꞋ El Sol y la Luna ꞋꞌꞋ

▷ Enfermo

— Mooon, despierta ya, tontito.

Nuevamente lo removió con algo más de fuerza ya que por alguna extraña razón aún no despertaba. Leves quejas se escucharon y ahora el menor sonreía triunfante al ver como los ojos del mayor se empezaban a abrir de a poco.

— Buenos días, wow, no sabes lo que me costó despertarte, ¿todo bien?

— Sí... — Apenas y pudo escuchar su respuesta, se miraron directamente a los ojos aunque eso no duró mucho ya que el mayor nuevamente los había cerrado, planeaba seguir descansando.

— ¡Moon! Por lo menos ve a la habitación, no puedes quedarte aquí.

— No puedo...

— ¡Si puedes, no seas flojo! Otra cosa es que no quieras.

Les dijo a los pequeñines que lo esperaran fuera de  la habitación, quizás tardaría un poco en poder hacer que el mayor se levantara de la cama y tenía un método que estaba seguro que lo haría despertarse al 100, cuando todos los niños salieron se acercó a la cama y se sentó en la orilla de esta.

— Hazme un espacio.

A mala gana le hizo caso, le había hecho un pequeño espacio y enseguida se había recostado a su lado, Sun miró al rostro de su pareja con una pequeña sonrisita, podría estar algo molesto por el hecho de que su pareja fuera un completo holgazán pero aún así amaba verlo de esa forma tan relajada, junta su frente con la ajena y fue su turno de cerrar sus ojos disfrutando simplemente de la cercanía.

— No te vayas a quedar dormido, Sunny.

— ¿Yo? Pffff, ¿de qué hablas Moony? Jamás en mi vida me quedaría dormido a la mitad del trabajo.

— Claro, y a mí me agradan los niños.

— Okay, admítelo, esa vez fue un excelente día... Quitando el hecho de que nos regañaron por eso.

Moon tararea feliz como respuesta afirmativa.

Se quedaron un pequeño momentos juntos aunque Sun había notado algo fuera de lo normal, se alejó un poco y puso su mano en la frente del contrario quién parecía haberse quedado dormido nuevamente. Como siempre, a veces se tardaba un poco en darse cuenta en la situación, era algo de lo que se había dado cuenta, tardaba un poco en procesar.

— Oh vaya, ¿esa es tu temperatura normal? No, estás más caliente... MOON, ESTÁS ENFERMO.

— Ssshhh... Sunny, cariño, baja el volumen.

— Yo te lo dije, no te bañes muy tarde porque el aire acondicionado estaba fallando, hacía más frío de lo normal, pero no quisiste escucharte y ahí vas a bañarte y ahora estás enfermo y-. ¿Cómo voy a cuidarte? Tengo que ir a cuidar a los niños, ¿vas a estar bien solo? ¿Necesitas algo? Oh Dios, tengo que traerte medicamento para que te lo tomes y pronto estés mej-.

— Lyan, estoy bien.

— No, te estabas quejando hace unos momentos, ¿sabes qué? Dame un momento, buscaré quién pueda cuidar de tí.

Antes de que Damián pudiera negarse el menor ya se había levantado de la cama y sacó su teléfono de uno de los bolsillos de su pantalón, se acercó hasta la puerta y salió de ahí, Moon se quedó solo con las palabras en la boca, tose un poco y gruñe molesto al saber que el contrario tenía razón al decir que estaba enfermo pero estaba en total desacuerdo en que alguien lo cuidara y mucho menos le gustaba pensar que no sería Sun quién lo estaría cuidando.