ꞋꞌꞋ El Sol y la Luna ꞋꞌꞋ

▷ Enfermo

— Claro, solo dame unos minutos, ¿sí? Ve pensando en que historia quieren que les cuente, voy a cerrar mis ojos un poco, mi vista está un poco cansada jaja. — Fue lo más amable que podía, cuando tenía sueño siempre trataba mal a medio mundo.

"Solo descansare la vista un poco, los niños pueden esperar un poco... No dormiré mucho..."

Cerró sus ojos acomodandose por segunda vez en la cama, no se cubriría con una manta porque estaba seguro que se pondría muy cómodo como para despertar después, lo que no había tomado en cuenta es que estaba muy cansado y lo más posible es que de cualquier manera tendría un sueño muy profundo.

No fue en cuestión de mucho tiempo, Damián había caído dormido en cuestión de segundos, ni siquiera las voces de los niños llamándole fueron suficiente para despertarlo.

Los niños seguían despiertos, ya era un poco tarde, la Luna ya estaba descansando y lo mejor sería no molestarle.

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No era una sorpresa que a Sun le gustaba escabullirse durante la hora nocturna hasta llegar a la zona de descanso en la guardería y recostarse en una de las camas más cercanas en dónde su pareja solía dormir. Adoraba sentirlo cerca, simplemente eso lo hacía sentir calmado y relajado. Moon adoraba tenerlo entre sus brazos, así sentía que podía protegerlo en todo momento.

Esa noche no fue una excepción, Sun apenas se había retirado de la guardería para irse a descansar no tardó en regresar en cuestión de minutos con su pijama ya puesta, estaba emocionado con la simple idea de poder dormir junto a su pareja por una vez más en la semana. El lugar ya estaba bastante solitario así que no se preocupo por que alguien lo viera de esa manera.

Se tomó su tiempo caminando por la guardería, había sido un día bastante agitado ya que tuvieron que cuidar a varios niños escándalos que necesitaban ser vigilados constantemente para que no causaran algún desastre, Moon se había ofrecido a recoger todo el desastre al final así que le dió más tiempo a Sun para irse a descansar, eso se le hizo un lindo detalle por parte del mayor, tendría que agradecerle en cuanto le viera.

Se detuvo frente a la puerta de aquella habitación, acomodó un poco su cabello que estaba desarreglado antes de entrar, aunque casi siempre estaba así, y tomó el pomo de la puerta, abrió con cuidado la puerta para no despertar a los niños que seguramente ya estaban descansando y al entrar la cerró siendo igual de cuidadoso, lo último que quería era ser ruidoso y llevarse un regaño por despertar a los pequeños demonios.

— Adivina quién llegó.

Murmuró Sun apenas había entrado a la zona de descanso, siendo sincero esperaba ser recibido por un abrazo y un par de besos en su rostro, quizás estaba imaginando demasiadas cosas.

Lo primero que vió al entrar fue a los pequeños niños sentados en una esquina mientras jugaban con algunos juguetes y vaya que le sorprendía que no estaban dormidos, Moon siempre se encargaba de dormir a los niños, usualmente les leía un cuento para dormir o se quedaba a su lado ya que los niños se sentían seguros junto a él hasta el punto de quedarse dormidos.

Saludó a los niños con una pequeña señal con su mano y le devolvieron el saludo, después siguieron jugando con los juguetes, al parecer mantenían su voz baja por alguna razón.

Buscó con la mirada a su pareja, quizás estaba en el baño o algo parecido, se adentró un poco y al ver en una de las camas que estaba al fondo de la habitación sonríe al ver a Damián recostado, al parecer estaba descansando. Sunny se acercó a la cama en la que se encontraba el mayor recostado y dió suaves caricias en su mejilla, su rostro relajado y su respiración estaba tranquila, definitivamente estaba dormido.