Después empezó con el momento en que había entrado a la escuela en su adolescencia, hasta ahí todo iba bien hasta que su pareja empezó a hablar de ciertas personas en específico de las cuales no quiso mencionar su nombre, podía imaginar el porque, el mayor acarició su espalda al ver que se detuvo en cierto punto en específico.

— Había cierto grupo de chicos en mi colegio... Al principio se portaron demasiado amables conmigo, hasta era demasiado sospechoso ya que desde el primer día me invitaron a salir a caminar con ellos después de clase a lo cual yo obviamente acepté, ¡siempre me gustó hacer amigos!

Moon le veía con una pequeña sonrisa, amaba ver esa sonrisa en el rostro del menor, aunque no duró mucho y ahora tenía el ceño fruncido, apretó suavemente sus manos que estaban puestas en el hombro de la Luna.

— Empezaron a pedirme las tareas que ellos no hacían, hasta el punto de amenazarme con que les pasara los apuntes, no iba a dejar que pasaran el año simplemente robandome mis notas y hubo un momento en que yo me negué a darles mis trabajos, les dije que les ayudaría, ese fue el error que yo cometí... — Se remueve un poco ahora escondiendo su rostro en el pecho de su pareja. — Debí dejarles que tomaran mis apuntes...

Empezó a temblar ligeramente, se aferró al mayor buscando refugio, los fuertes brazos de su compañero lo atraparon y lo atrajo más a él.

— Al principio empezaron con pequeñas bromas como empujarme o tirar accidentalmente las cosas que traía en manos, lo hacían con la intención de que con eso yo me rindiera y les diera mis apuntes, pero empezaron a subir de tono sus pequeñas bromas, empezaban a encerrarme en los salones dejanme solo, me tiraban el desayuno dejándome sin comer por toda la mañana o me acorralaban en el baño y... Ellos... Metían mi cabeza en los inodoros tratando de ahogarme.

La Luna estaba tratando de controlarse, de solo escuchar los crueles actos que esos malditos demonios le habían hecho a su pareja le molestaba, esos desconocidos tenían mucha suerte de que Moon no les conociera porque si fuera así básicamente ya no habrían amanecido.

— El acoso era demasiado, al punto de que toda mi clase me estaba molestando y todos se burlaban de las bromas que entre ellos me hacían, los profesores no hicieron nada cuando les pedí ayuda diciendo que eran unas simples bromas, todo mi mundo se estaba derrumbando de a poco cada día que pasaba.

— Sunny...

— Mis padres no entendieron, tampoco me apoyaron, c-creían que... — Respira hondo antes de poder continuar. — Ellos creían que estaba fingiendo depresión y que era una simple excusa para estar faltando a clases, no me permitían faltar ya que creían que empezaría a ser flojo y mi futuro se arruinaría con ello.

Sun nuevamente respiró profundo, se tomó quizás hasta un minuto para poder continuar.

— Me miraba al espejo y me daba asco verme a mi mismo, completamente destrozado y apenas podía dormir por lo que podía ver mis ojeras, la única manera en que lograba desquitarme era haciendo pequeñas cortadas en mi brazo.

Al decir aquello el menor miraba sus brazos, recorriendo con su mano cuidadosamente por aquella zona donde alguna vez había demasiadas heridas, ahora solo eran cicatrices que apenas y se lograban ver, Moon jamás se había dado cuenta de aquello, ¿qué clase de novio era? Jamás estuvo tan al pendiente de su enamorado, ahora estaba para protegerlo de cualquier ser maligno que se acercara a su hermoso solecito.

— Y de repente pasó, una tarde no pude soportarlo más, aproveché que mis padres no estuvieron en casa por cuestiones de trabajo y escribí una carta para ellos, había preparado acabar con mi vida ese mismo día después de casi dos meses de sufrir acoso. Me encerre en el baño de mi habitación... Tomé el bote de pastillas que tenía y...

— No sigas.

Moon aleja al menor sin ser muy brusco, el chico rubio estaba sorprendido de que el mayor le interrumpiera creyendo que no lo haría por respeto, creyó que quería escuchar todo, estaba tan equivocado.

— Lo sient-.

— No, cállate.

— M-Moony...

— Okay, ugh, no... Solo... No... Está bien, no puedo seguir escuchando, ¿sabes lo mal que me pone que alguna vez quisiste acabar con tu vida? No quise sonar brusco pero de verdad no puedo seguir escuchando, eres mi todo, ¿lo sabías? Lamento no haber estado en esa época de tu vida en la que más necesitabas a alguien que te comprendiera.

Damián entrelazo sus dedos con los ajenos y aprieta suavemente su mano. Lyan estaba en shock que ninguna palabra salía de sus labios.

— Prometeme que si algún problema se te presenta no vas a dudar en contarme, voy a protegerte de todo mal.

— Yo... — Apenas podía hablar, estaba saliendo de ese pequeño shock que tuvo. — Solo... Solo si dejas que yo también te proteja.

— Me parece un trato justo.

Ambos se acercaron para poder juntar sus frentes.

— Aún no puedo creer que de contar sobre el trabajo terminaras contandome sobre tu pasado.

— Fue muy repentino, ¿no?

Ambos rieron y se quedaron abrazándose el uno al otro, Lyan se sentía un poco mejor, ese peso que traía en sus hombros había desaparecido y por alguna razón ya no se sentía tan mal consigo mismo por haber retenido eso por mucho tiempo.

Moon estaba para escucharlo y él también estaba para cualquier problema que se le presentara al mayor.

Estaban para apoyarse mutuamente.

— ¿podemos dormir?

— Claro, creo que ambos lo necesitamos después de esta charla.

Sin más, ambos se quedaron dormidos, muy juntitos y acurrucados cerca del otro.

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¡hola hola! Este fue un capítulo un poco más personal, espero que no haya causado molestias que tocara un tema bastante delicado.

Muchas gracias por el apoyo a la historia, me gusta ver los votos y los comentarios que dejan, me hacen feliz.

Si tienen ideas pueden dejarlas, en algún punto de la historia quizás las agregue. <3

El siguiente capítulo será sobre: Fiesta y alcohol, también van a estar los glamrocks. 👀

¡Los quiero mucho! Cualquier duda pueden hacer sus preguntas y yo estaré contestando. Nos vemos. ♡

ꞋꞌꞋ  El Sol y la Luna  ꞋꞌꞋ   Where stories live. Discover now