ꞋꞌꞋ El Sol y la Luna ꞋꞌꞋ

▶ Pasado

— Bien, vete.

Sun sabía que pasaba cuando usaba ese tono de voz, también se sienta en la cama y dirige su mirada hasta los ojos de color rojo que le miraban fijamente esperando a que se arrepintiera y contara todos sus pecados. No tuvo el valor de hacerlo, solamente había abierto la boca pero otras palabras salieron de esta.

— Ya vuelvo, no tardo.

"¡No! ¡No quería decir eso! Moon está molesto... Moon está molesto..."

Fueron los únicos pensamientos en su mente mientras salía de ahí a un paso apresurado, iría al baño a remojarse la cara y relajarse un poco, después haría como que tenía sueño y así por segunda vez evitaría la conversación que seguramente el mayor querría escuchar, aún creía que no era tiempo para hacerlo, no quería contarle... Tenía que prepararse mentalmente antes de contárselo, era algo que ni las personas que había conocido por casi toda la vida lo sabían, nadie lo sabía.

Al entrar a los baños que se encontraban frente a la zona de juegos en la guardería se acercó a uno de los lavabos, puso sus manos en ambos bordes del lavabo y respiró profundo mientras cerraba los ojos.

— Está bien, está bien... No debo recordar el pasado.

Susurraba para si mismo en un intento de relajarse, de solo pensar en ciertas cosas le daba escalofríos, los terribles recuerdos invadían su cabeza, todo esto pasaba por una simple plática que tenía con su pareja, ni siquiera le había preguntado alguna cosa sobre la escuela o algo parecido.

"¡debo relajarme! Moon debe estar esperandome, no quiero hacer que se moleste más o quizás podría hasta preocuparse."

Le gustaba pensar que tenía a alguien esperándolo fuera de aquella habitación, era una agradable sensación que lo hacía sentir cálido, era su zona segura, ¡eso es! Solo tenía que pensar en lo bien que la pasaba con Moon para que los recuerdos se esfumaran y nuevamente estuvieran enterrados en lo más profundo de su cabeza.

Abre la llave de agua y moja sus manos primero, después se encarga de mojar su rostro solamente para distraerse, cosa que ya había hecho hace un par de momentos y por ahora había olvidado su pasado, se mira al espejo y pudo sentir como su corazón se detuvo por un par de segundos al ver una sombra tras de él, lo primero que hizo fue voltearse y golpear a quien sea que fuera en el rostro ya que ni siquiera se dió el tiempo de averiguar quién era.

— ¡Agh! ¿¡Qué mierda te pasa!?

Moon retrocedió mientras cubría su nariz que fue la zona que salió más herida con ese golpe, ahora sabía que Sun era demasiado capaz de cuidar de sí mismo porque ese golpe le había dolido bastante, un nuevo dato que acaba de descubrir y lo descubrió de la peor manera posible.

— ¡Ah! ¡Moony, perdón!

El mayor quitó su mano dejando de cubrir su nariz y al bajar la mirada para ver su mano con pequeñas manchas de color carmesí.

— Uh, genial.

Las gotas de sangre empezaron a caer al suelo y segundos después Sun reaccionó entrando en pánico, miro a todos lados pensando en que hacer y después se relaja, ya había hecho esto demasiadas veces así que podía arreglárselas para ayudar a su compañero a detener el sangrado.

— ¡No levantes la cabeza! — Le regaño Sun cuando vió a su compañero en su jugada de mirar arriba. — Inclina la cabeza un poco hacía abajo. — El mayor hizo caso, aunque estuviera un poco enojado por el golpe que le había dado, Sun parecía saber lo que estaba haciendo. — Perfecto, ahora presiona un poco esta zona...

Sun apuntó a un punto específico en la nariz y el mayor hizo caso, una vez Moon termina de seguir las indicaciones el menor va por algo de papel que por obvias cuestiones tenía papel bastante cerca, tomó un poco y lo remojo con unas cuantas gotas de agua, nuevamente se acercó al mayor y empezó a limpiar con cuidado la sangre que caía por su nariz, aunque era intento inútil ya que la sangre no se detenía así que mantuvo el trozo de papel un poco remojado debajo de la nariz del mayor, estuvieron quizás así unos minutos sin decir nada hasta que finalmente el sangrado se detuvo, Sun por segunda vez fue por un poco de papel para limpiar el rastro de sangre que empezaba a secarse en el rostro del mayor.