23 madrugada

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Fruncí el ceño inconscientemente.
No estaba preparado para ese cambio de actitud de parte de Jay. No era algo común en él...

¿Acaso gustaba de Pandora?

Pensar en que esa posibilidad fuese cierta, no me gustaba para nada. Mi vida ya tenía dificultades como para tener más.

— Jay, yo solo... —Estoy bromeando tonto... —Me interrumpió, comenzado a burlarse enérgicamente de mi rostro, el cual sin siquiera darme cuenta se había tensado completamente.

Suspiré y rodeé mis ojos a un lado con una sonrisita, sintiéndome extrañamente relajado.

— No confundas mis intenciones Heeseung, pareciese que no lo recordaras, pero fui el único testigo que vió el beso tuyo y el de Pandora en el tren. —Sonrió con burla y sentí como mi rostro comenzaba a arder—. Créeme que nunca te había visto besar a alguien... Pero lo que quiero decir es que, para mi Pandora es como una hermana menor... No me gusta, sí eso es lo que te preocupa...

Guarde silencio y asentí levemente.
No quería parecer un loco celoso, pero me interesaba mucho saber. Jay era un chico de piel y era difícil diferenciar sus intenciones, en especial para la perspectiva de alguien frío que no es de dar afecto constantemente.

Solo quería asegurarme...

Además, Pandora nunca me dijo si le gustaba de vuelta, ¿Qué me aseguraba su interés en mí? Tal vez, solo me consideraba un amigo cercano.

— ¿Están discutiendo?

— Pandora... —me di vuelta a verla casi al instante de escuchar su distintiva voz.

— ¿Nosotros? —Rió Jay con picardía—. Claro que no, solo hablabmos de tí. ¿No es cierto Heeseung?

Mire a Jay y le sonreí forzosamente.

— Bueno, creo que me tengo que ir —hablo y despidiéndose de Pandora, salío rápidamente de la cocina dejándonos a solas.

Puse toda mi atención en la chica con vitiligo, que pareció ponerse nerviosa ante mi mirada.

— ¿Hablaban de mí? —cuestionó, con un pequeño brillo en sus ojos.

— No era nada malo.

— Ya veo... uhm, ¿Sabes? —Se acerco a mí, jugando con sus dedos tímidamente como siempre—. Olvide decirte algo el otro día...

— ¿Qué cosa?

— Bueno, es qué... a mí, a mí también... eeh...

— ¿A tí también qué? —pregunté de forma golpeada, impaciente al ver que no lo decía de una vez.

— Olvídalo, no es importante... —Vamos Pandora, deja las pistas, no te comeré si lo dices. —Sonreí de lado y esta me quedó mirando pálida.

Creo que eso había sonado un poco extraño.

— Dime, no me gusta quedarme con dudas.

— A mí también me gustas. —Soltó. Borre mi sonrisa y el silencio se hizo presente en la cocina. Me acerqué más a ella y metí mis manos en los bolsillos de mi buzo sin dejar de mirarla.

— No te oí, dilo de nuevo —ordené fingiendo inocencia.

— A mí... también me gustas —lo repitió, bajando aún más la voz.

Trague saliva y mordí mi labio con suavidad.

Nos gustábamos mutuamente.
Vaya, eso se sentía como estar en el jodido cielo.
Posé mis manos en su cintura con suavidad y le di un pequeño beso en la frente.

DIE FOR YOU / HEESEUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora