03. Stressed out

3.8K 439 349
                                    

— Esta bien, tienes razón.  Olvide que no estás acostumbrada este estilo de vida. Trataré de ser "amable" y esas basuras, pero desde ahora tendrás que comenzar a dejar tu lado sensible, te encontraras con gente peor que yo y tendrás que saber cómo enfrentarte a ellos sin llorar. Quieras o no, ahora esta es tu realidad. ¿Entiendes?

Asentí en silencio y esté me dió unas palmaditas en mi hombro con suavidad, aclarando su garganta y soltando de mi agarre, provocando que sintiera que solo en ese momento había vuelto a respirar normal.

— Bien, eso esta mejor...dormiras conmigo hoy y mañana te dejare una habitación deseocupada para que la decores y esas cosas que las chicas de tu edad hacen.

Alce una ceja con curiosidad. ¿Cosas que las chicas de mi edad hacen? ¿Qué trataba de decir? ¿Qué edad tenía este chico?

— ¿No tienes ropa más cómoda? —preguntó llamando nuevamente mi atención y negué lentamente.

— Te prestare algo, no tengo ropa de mujer por lo que no esperes que te quede perfecto —me advirtió, secamente.

— Te prestare algo, no tengo ropa de mujer por lo que no esperes que te quede perfecto —me advirtió, secamente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Salí del baño una vez me puse la ropa que Heeseung me había prestado. El pelinegro me recorrió con su mirada sin disimulo ni vergüenza. Parecía estar juzgándome en su mente y con timidez, baje la vista acercándome hasta la cama.

— Sí te preocupa, mantendré mi distancia. No soy esa clase de persona... —comentó y asentí en silencio, metiéndome entre las sábanas.

Tampoco creía que lo fuera.
A pesar de su actitud intimidante, no se veía como alguien de modales ordinarios.

El chico apago las luces y se acomodó en la cama, dándome la espalda. Pose mi mirada en esta, viendo como la camisa que llevaba puesta se se estiraba contra su ancha y varonil espalda.

Cerré los ojos lentamente, y empecé a soñar.

Me encontraba en un cuarto lúgubre y oscuro. Estaba sola, o eso pensé hasta que se presentaron los asesinos de mi madre. Querían matarme, pero yo forcejeaba con ellos sin parar. Entonces, mi madre llego a la escena, comenzando a defenderme de ellos nuevamente. Yo volvía a llorar ante el terror que me producía la escena, le pedía a gritos que parara, que los dejara ahí y arrancáramos juntas.

Los hombres acercaron una pistola a mi rostro y desperté de golpe.

Mi pecho subía y baja con violencia, mientras que sentía como mis lágrimas se deslizaban por mis tibias mejillas sin parar.

Gire mi rostro y me tope con los ojos oscuros de Heeseung observándome.

Al parecer, lo había despertado.

— Y-Yo... Lo siento, lo siento mucho, no volverá a pasar... Yo no quise... —comencé a disculparme, limpiando mis lágrimas rápidamente, completamente avergonzada.

— Uh... —Heeseung se rasco la nuca, aun algo dormido—. Olvídalo, no puedes controlar tus pesadillas... A todos nos pasa, es algo normal —Me hizo saber, en un intento de parar mis lágrimas—. ¿Quieres que deje la luz prendida? Tal vez así puedas dormir más tranquila.

DIE FOR YOU / HEESEUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora