— ¿Qué hiciste?

— Que te importa.

— Lo lastimaste.

— No lo hice con esa intenci-.

— Quizás no, ¿pero te dió permiso de hacerlo? ¿pensaste en el dolor que le podía causar? ¿por qué lo hiciste?

— Deja de interrogarme, joder.

Los otros dos adultos miraron a la Luna algo molestos y apuntaron a los niños, había insultado a pesar de que había niños presentes.

Moon lamentó aquello en voz baja y con eso fue suficiente para que el joven de cabellos rubios estuviera más aliviado.

Ahora los dos trabajadores y el otro chico se sentaron en el espacio que tenían libre, Sun en medio de ambos jóvenes que estaban a su lado. Bryan había recostado su cabeza en el hombro del chico rubio que enseguida le regaló una pequeña sonrisa y como respuesta a aquello el chico de cabellos negros tomó la mano ajena y entrelaza sus dedos con los del menor. Moon al darse cuenta trató de sonreír de la manera natural más posible para tratar de esconder su enojo.

Sun empezó a contar algunas historias a los niños, el mayor de los tres se removia demasiado que a veces el menor volteaba a verle para saber si todo estaba en orden y Moon solo le susurraba que se estaba acomodando porque le cansaba estar sentado en la misma posición.

Fue después de unos minutos que finalmente el menor se detuvo y se levantó tomando enseguida la mano de la Luna que dejó que lo llevara a una esquina de la guardería.

— ¿Qué pasa?

— Bien, te lo diré. — Sin pensarlo dos veces apuntó a Bryan que seguía sentado en el mismo lugar que antes distrayendo a los niños. — No me agrada.

— ¿Por qué no?

— ¡Es...! Molesto, está demasiado pegado a tí.

— Tú también eres así.

— No estás entendiendo, de verdad no me agrada que este abrazandote y acariciando tu mejilla y-.

— Moon, ¿no crees que estás siendo demasiado histérico? Siempre he sido así con las personas que me caen bien.

Unos pasos se escucharon acercándose a ambos trabajadores de la guardería, Moon apretó el puño, ya hasta se había aprendido el eco de aquellos molestos zapatos.

— ¿qué quieres? Estás interrumpiendo algo. — Moon habló enojado.

— ¿todo en orden? Los niños ya están pidiendo que Sun regrese para contar historias.

— Sí, lárgate.

— ¡Moon, no seas grosero! — El solecito alzó la voz pero no lo suficiente para los niños le escucharan.

— Quiero que te largues. — Siguió hablando Moon mirando a Bryan.

— Oyeee.. Relájate, solo quería pasar un buen rato con mi agradable amigo Sun y su nuevo compañero.

— ¡Que te largues!

La Luna le tomó por el cuello de su camiseta, había levantado el puño y justo cuando iba a chocar su mano con al rostro de Bryan pudo sentir unos brazos deteniendole, claramente iba a ser Sun quién defendía a su amigo.

— ¡Moon, no! ¿¡Q-qué estás haciendo!?

— ¡Ya te dije que no me agrada!

— ¡No es razón para querer golpearle!

El de ojos color rojo soltó al contrario y se cruzó de brazos, desviando la mirada enseguida mientras trataba de relajarse, no quería tener un gran ataque de ira en esos momentos ya que era complicado manejarlo.

ꞋꞌꞋ  El Sol y la Luna  ꞋꞌꞋ   Where stories live. Discover now