— Cariño, el problema está en que siempre muestras tu lado gruñon a los niños, debes relajarte un poco más, sé que no te agradan mucho pero haz el intento. — Dicho eso dejó un pequeño beso en los labios del mayor.

— Hago lo que puedo.

— No parece que lo hagas.

Estaba por pegar otro dibujo en la pared pero un suave golpe en su espalda hizo que aquel dibujo se resbalara de sus manos, volteó a ver el problema, había una almohada en el suelo y un chico de ojos rojos le miraba con una sonrisa traviesa. Tomó la almohada y la dejó en su cama para que el mayor mínimo tuviera que levantarse si es que quería recuperarla.

— Moon, ¿qué trama-... — Antes de poder terminar la oración otra almohada fue lanzada y logró golpear justo en el rostro de Lyan. — ¡Oye!

Damián ríe de manera escandalosa, cuando estaba por agarrar otra almohada de su cama se dió cuenta de que ya había lanzado las únicas que tenía.

— Mierda, me quedé sin municiones.

— ¡Lenguaje! — Fue su turno de lanzar la almohada en dirección a su compañero y por suerte le dió en la cara. — ¡Ja! Oh, que buena puntería tengo.

Moon hizo una pose dramática mientras se recostaba una vez más en la cama.

— Oh no, fue un golpe fuerte, creo que veo la luz. — Estiró su brazo en dirección al techo fingiendo que estaba herido por el golpe con la almohada.

Lyan niega con la cabeza mientras sonreía divertido y tomó el dibujo que anteriormente cayó al suelo para continuar con su labor de pegar los dibujos en los pocos espacios libres que había en la pared.

— No puedo creerlo, mi novio es un dramático. — Murmura el solecito.

Lyan terminó de pegar los dibujos en la pared, era sorprendente ver cómo todos los dibujos habían terminado pegados en la pared, en cualquier momento se le acabaría el espacio, el solecito esperaba que ese día no llegara. De todos modos aún queda el espacio de la habitación del lado de Moon, seguro que no le molestaría dejarle pegar algunos dibujos en esa parte.

Al voltear a ver a su pareja pudo notar que seguía acostado y con los ojos cerrados como si fingiera que todavía estaba muerto. Una idea pasó por su cabeza y se acercó rápidamente para enseguida sentarse en el regazo del mayor y tomó su rostro entre sus manos.

— Oh no, ¿qué voy a hacer? Ahora mi príncipe está muerto después de que lo haya golpeado con una almohada.

Una sonrisa se formó en los labios de la Luna, Sunny se dió cuenta con aquello que al mayor parecía agradarle que le siguiera el juego. "Luego dice que el niño pequeño soy yo".

Se acerca hasta el rostro de su novio y junta sus labios con los ajenos en un beso tierno que fue correspondido. Las manos del mayor se posaron en la cintura de su compañero. Justo cuando se separaron de aquel beso se puede escuchar como la puerta se abre y ambos voltearon a ver en aquella dirección.

— O-Oh... ¿Interrumpo algo?

Era Freddy. La pareja se quedó viendo directamente al mayor, Sun seguía sentado encima de su pareja. Lo posición fácilmente podría malinterpretarse en un inicio, el chico rubio para evitar malentendidos se levantó de manera rápida y se acercó hasta Freddy, casi se tropieza por culpa de un pequeño peluche que había tirado.

— ¡F-Freddy! ¿Qué te trae por aquí?

Sonaba algo nervioso. Freddy le regaló una pequeña sonrisa y dió suaves palmadas en la cabeza del chico rubio como señal de que no se preocupara.

ꞋꞌꞋ  El Sol y la Luna  ꞋꞌꞋ   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora