ꞋꞌꞋ El Sol y la Luna ꞋꞌꞋ

▶ Inconveniente

Salió de la habitación con una linterna en mano ya que al parecer aún no había regresado la energía en el lugar, necesitaba encontrar a Sun, no quería que tuviera un ataque de pánico por su miedo a la oscuridad.

— ¿Roxy?

Murmuro el trabajador de la guardería acercándose hasta la chica que llevaba su típico uniforme, orejas de lobo y también una cola, tenía que evitar reírse, agradecía internamente que él no tenía que llevar esas cosas para trabajar.
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— ¿Oh? Pero si es el noviecito de Sunny, ¿qué tal?

— Tch, ¿de qué hablas?

— Agh, no te hagas, Monty nos contó a todos cada detalle de lo que había pasado, como es que le estabas comiendo la boca al inocente Sun.

Moon puso una mano en su rostro tratando de cubrir el sonrojo que tenía, por suerte la falta de luz ayudó y Roxy no podía notarlo, aún así parecía sonreír por la reacción del contrario.

— Olvídalo, Monty se inventó esa cosa.

— Si como no. — Habló de manera sarcástica. — Tenemos cámaras, ¿lo sabías?

Mierda, no había pensado en eso y ahora no había manera de mentir cuando podía ver las cámaras en cualquier momento y sus grabaciones, quizás sí tenía suerte lograría borrar esa grabación, después tendría que encontrar un punto ciego para poder besar a Sun sin que les estuvieran vigilando. Sí, quería seguir con esas pequeñas muestras de afecto.

— Te odio, ¿quién más lo sabe?

— Básicamente... Todo mundo.

Okay, eso era malo, ni siquiera tenían una relación oficial y ahora medio mundo lo sabía, por suerte eso no incluía a los clientes ya que seguramente sus visitas bajarían, la gente a veces puede detestar demasiado a las parejas con personas del mismo género que tratan de evitarlas a toda costa.

— ...Tch, me encargaré de eso después, ¿sabes dónde está Sun?

La chica con orejas de lobo sonrió ante la mención del chico rubio y apuntó a las puertas que daban salida a la pizzería, se podía ver que aún seguía lloviendo pero no era una gran tormenta.

— Afuera.

— No bromees, ¿sabes dónde está o no?

— Ya te dije que está afuera, es como un niño pequeño, dijo que estabas durmiendo así que para distraerse iría a jugar con los charcos y la lluvia ya que no le gusta estar solo en la oscuridad, aunque afuera no hay mucha luz por las nubes... pero prefirió eso.

— No te creo.

— Míralo por tu propia cuenta.

Moon le entregó la linterna a Roxy sin pensarlo dos veces y se acercó a las grandes puertas de entrada de la pizzería.

Había un chico de cabellos rubios saltando de charco en charco que causaba que lanzara agua por todos lados al saltar en estos, traía su uniforme de trabajo y estaba completamente mojado por culpa de la lluvia, su cabello se pegaba a su rostro pero se veía bastante feliz para preocuparse por eso, tardó dos minutos en darse cuenta de que alguien le estaba viendo y cuando levantó la mirada vió a su compañero, levantó el brazo y le hizo una seña saludandolo.

— ¡Hola Moony!

Se acercó a pasó rápido hasta donde estaba él y se detuvo a un metro antes de entrar al establecimiento.

— Solecito, ¿qué demonios estás haciendo?

— ¡Jugando con la lluvia!

— Te vas a enfermar.