23: Antes que el caos se desate.

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La monarquía: "Antes que el caos se desate."






Luego de que Historia asumiera el trono, lo primero que se dictó fue ayuda a los niños del orfanato. Por lo tanto el equipo de Levi se encontraba ayudando en uno de los orfanatos. Era algo gracioso ver a la rubia tratar a los niños, no tenía la delicadeza que esperarían de una reina. Sin embargo, era algo normal para ella. Selene, por su lado, estaba muy emocionada de cuidar a los niños. Solo por el simple hecho que la dejaban jugar con ellos. Era bastante divertido. Algunas veces ella era un titan y los niños soldados que intentaban matarla. Otras jugaban a los reyes. En otras ocasiones les enseñaba a leer y a escribir de una forma divertida; incluso a que se involucraran con el amor al arte. Los días en el orfanato, estaban siendo los mejores de su vida.

Ahora estaba en el pasto sentada en una ronda con un par de niñas. Cada uno peinaba a la otra. Aunque el pelo de Selene era muy corto, las pequeñas manitas de las niñas se encargaban de dejarles lindos peinados en el pelo. Sin embargo, después todas querían que las peinara, amaba las trenzas que les hacía en los pelos y no querían deshacerlas. Sin que se diera cuenta su vida había mejorado cuando la Legión empezó a ayudar a los orfanatos. Además que sentía que les estaba dando el amor que tanto necesitaban los niños.

— Señorita Selene, juegue con nosotros a los titanes y soldados.— pidió un niño pelirrojo y con pecas.

— ¡Yo también quiero hacerlo!— exclamó una de las niñas levantándose del suelo y dando pequeños saltos.

— Me emocionan sus ideas.— dijo Selene levantándose del piso y empezando a actuar como un titan.

Empezó a dar grandes pisadas mientras que los niños simulaban que tenían unas espadas. Selene tomó a un niño y le hizo un poco de cosquillas, haciendo que el pequeño terminara en el suelo mientras reía. Después de eso levantó a una niña en brazos y los estiro por arriba de su cabeza, dio una vuelta con ella en brazos y la dejó de forma delicada en el suelo. Y cuando menos lo espero tres niños estaban colgados de ella. Uno había saltado y se agarraba a los hombros, sus piernas se aferraban a su cintura. El segundo abrazaba su pierna como un koala y el tercero estaba colgado de uno de sus brazos. No pasó mucho tiempo que los cuatro cayeron al suelo muertos de la risa.

Armin y Jean observaban la escena que estaban montando divertidos. Al rubio le brillaban los ojos y hacían que su corazón brincara de alegría al ver a Selene de esa forma. Parecía disfrutar pasar un tiempo jugando como una niña pequeña. Tan solo le hacía recordar a su niñez, ahora que lo pensaba hubiera sido divertido jugar con ella de esa forma. Jean veía a Selene con una sonrisa, después de lo que había sucedido y el colapso mental que tuvo, sentía que les hacía bien el pequeño cambio de ambientes. Nunca la imaginó de esa forma jugando con niños, hasta pensaba que les haría bromas. Sin embargo, se comportaba como una grandiosa compañía y les daba todo el amor que necesitaban. Aunque quizás en unos años los niños no se acordarán de ella, Selene les había llenado el corazón de alegría en ese poco tiempo. Y eso era algo que Jean adoraba.

— ¡Sele!— la llamó Armin. Todos los niños que estaban arriba de ella, los voltearon a ver junto a la adolescente.— Se ve que te estás divirtiendo. Pero debemos continuar con las tareas.

— No, por favor. Dejen que la señorita Selene siga jugando con nosotros.— pidió un niño al que se le empezaban a cristalizar los ojos.

— Si, nos aburriremos sin la señorita Selene.

The end of the world | Jean KirschteinWhere stories live. Discover now