32: Enamorarme de ti.

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Marley: "Enamorarme de ti."






AÑO 853, MURALLA ROSE.

Los pájaros cantaban en esa mañana, había una pequeña brisa abrazando a todas las personas fuera de sus casas. El sol llenaba a todos con su calidez y los niños salían a averiguar las formas de las nubes. Selene estaba sentada en uno de los bancos que estaban a fuera del cuartel. Se sentía un poco extraña, en realidad, la situación era extraña. Se sentía nuevamente viva, las emociones seguían en su cuerpo. Levanto un poco su rostro y se permitió mirar al cielo, una pequeña sonrisa apareció en sus labios. Se sentía en paz y armonía en esa mañana. Era como un sueño, un sueño en el cual era feliz y libre. Era algo extraño, su corazón parecía bailar de alegría y en su estómago podía sentir pequeñas mariposas revoloteando. Sus mejillas se empezaron a poner de un bello color carmesí al recordar a Jean. El era la causa por la que se sentía así. Ese día se casarían. Casarse nunca estuvo en sus planes y ese día la tomó de imprevisto.

Fue bastante especial la forma en la que se la pidió, al menos lo fue para ella. Ese día la noche estaba llenas de estrellas y ella estaba acostada en el pasto observando el cielo. Fue algo gracioso, porque Jean se quedó igual de bobo que la primera vez que la vio. En la que se quedó perdido en sus hermosos y brillantes ojos. En la que la eligió sin saberlo. Estuvo simple, pero era algo especial para los dos. El quería acompañarla en el camino de su libertad, pero estaba impaciente por esperar que la consiguiera. Ya tenía el permiso de su hermano, eso bastaba para que se pudiera adelantar. Quitando el hecho de que el capitán Levi casi lo mata, a todos les alegro la noticia. Sasha era la más feliz porque comería demás y era comida de Nicolo. A Mikasa por otro lado, la tuvo que agarra Armin para que no se llevara a Selene e impidiera la boda. Y Eren, el estaba satisfecho. Todo iba como quería y Selene estaría a salvo.

— Pelo quemado, deja de pensar en el cara de caballo.— le dijo Connie saliendo de una de las puertas. Caminó hasta donde estaba y la empezó a mover de atrás hacia adelante infinidad de veces, hasta que Selene se molestó y con una mano aplastó sus mejillas.— Lo siento, gracias a ti tenemos día libre. Perdóname pelos chuzos.

— Eres un calvo que dice muchas verdades, Connie. Espero que hoy me hagas un grandioso peinado. Se ve que eres muy experto en esas cosas.— Selene se cruzó de brazos y le sacó la lengua.— Todos son unos mal agradecidos, si no fuera por mi y Jean estaríamos trabajando bajo el fuerte sol. ¿Tu querrías eso? No lo creo. Así que mueve tu trasero y ve con Jean. Deberías estar ayudándolo con Armin y Eren. No estar aquí.

— Bueno...— pasó su mano por la nuca.— En realidad escapé de ellos, Eren está dándole una charla larga a Jean sobre cómo debe tratarte de ahora en adelante. Yo diría que es una amenaza más bien. Y dije que sería mejor ir con las chicas, pero también está las posibilidades de que Mikasa me mate. Iría con los capitanes, pero Levi es más peligroso que todos y ni luce tan feliz. Parece que está por matar a alguien, incluso Hange está tratando de tranquilizarlo.

— Quiero ver eso. Pero necesito hacer algo contigo y Sasha. Hagamos nuestra última broma de solteros.— dijo Selene y Connie levantó sus cejas una y otra vez. Le encantaba cuando Selene tomaba la iniciativa.— Y nuestra víctima será Floch.

— Te adoro mujer. Será la mejor broma de nuestras vidas. Tenemos que contársela a nuestros nietos, los tres juntos. Estuve esperando por tanto tiempo que me digas de hacerle una broma a Floch que juro que te abrazaría y no te soltaría.— después de esas palabras la movió un poco y se fue corriendo a buscar a Sasha.— ¡No me tardo mucho, pelos chuzos! ¡Espero que hagamos sufrir a Floch!

The end of the world | Jean KirschteinWhere stories live. Discover now