03: Misión calvo a la peluquería

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Formación de reclutas N°104: "Misión calvo a la peluquería".



Su respiración estaba agitada, pequeñas gotas de sudor caían por su rostro. Su pelo corto era llevado para atrás por un pedazo de tela negro, evitando que se le pegara a la cara. Sus piernas estaban flexionadas y en su abdomen ejercía la fuerza mientas se levantaba del suelo una y otra vez. Mientras en su mente repetía una y otra vez lo que les decían en las clases teóricas, tratando de incorporar todo a la vez.

— noventa y nueve.— dijo en un susurró y con el poco de fuerza que le quedaba realizó el último abdominal.— cien.

Tras el número cien, se recostó en el piso intentando regular su respiración. Mientras llevó una de sus piernas flexionadas a su pecho para estirar. Su entrenamiento individual estaba dando sus frutos, podía observar como su abdomen estaba muy marcado, sus brazos ya no parecían unos fideos sino se empezaba a marcar cierto músculo. Ella no era para nada fuerte o tenía algún talento natural, solo tenía buena resistencia mental. Por eso y para no quedar atrás entre sus compañeros se preparaba todos los días, hacia ejercicios para aumentar su fuerza y prestaba atención a cada clase teórica que tenían. Retenía cada información que les daban para que pueda ser de utilidad en el futuro. Porque su entrenamiento no era solo para destacar en sus tres años de formación, sino que si quería sobrevivir allá  afuera tendría que dar lo mejor de sí misma en cada instante.

— Al parecer no mentían, eres toda una demente. Chloe decía la verdad que te levantaba horas antes del entrenamiento con Shadis para entrenar por tu cuenta. Cada día me sorprendes más Selene.— No debía voltear para saber quién era, su voz gruesa y la forma en la que se dirigía a ella, era más que obvio que se trataba de Jean Kirschtein. El castaño claro con el que había creado una rara amistad, después de a verlo vencido.

— Bueno, los que no tenemos talento natural debemos esforzarnos el doble. ¿No lo crees?— sus ojos celestes como el cielo se encontraron con sus raros ojos marrones mezclados con tonalidades amarillas.— Déjame adivinar, Chloe y Marco ya empezaron con sus charlas de esposos.

— Ni me lo digas, desde hace un año están así de empalagosos y aún ninguno da un paso adelante. Como ni siquiera se den un beso este año haré que lo hagan a la fuerza, esa rubia solo hace que Marco este en las nubes.— Selene estalló en risas, no veía las fallas  en lo que quería hacer Jean. Pero ella prefería que Chloe se tomara su tiempo para pensarlo, después de todo su familia siempre estaba en medio y no quería presionarla en absoluto.— Y hablando de lo primero, eres muy buena analizando a las personas incluso a tu alrededor. Estoy más que seguro que conoces las debilidades de cada persona en este lugar. Y eso hace que seas más poderosa que nadie.

Selene sonrió y agarró la toalla a su lado para sentarse al lado de Jean. Últimamente en el año que habían estado como reclutas habían empezado a pasar bastante tiempo juntos, en especial cuando los dos huían de sus dos mejores amigos que se ponían melosos en cualquier momento sin importar quiénes estuvieran a su al rededor. Eso había ocasionado que ambos hicieran un vínculo bastante extraño. Después de todo era muy difícil para cualquiera descifrar que tenían ambos bajo los bolsillos.

— Que palabras alentadoras Kirschtein. Ahora eres todo un poeta en busca de inspirar a almas jóvenes.— dijo algo divertida logrando que el más grande le diera un golpe con el codo.— A decir verdad cuando era más chiquita me gustaba espiar a las personas y analizarlas. Era una actitud de una digna acosadora, pero aún así era lo más entretenido que hacía. Supongo que eso se logró en mi cualidad más grande. Conozco a la perfección las actividades de todos aquí, quizás no tenga la fuerza de Mikasa, pero tengo el factor sorpresa que nadie espera y es mi cerebro.

The end of the world | Jean KirschteinWhere stories live. Discover now