28. Ella no está aquí

Start from the beginning
                                    

—¿Qué sabes de eso?

—Sé lo que sabe Eda, así que si vas a hacerle infiel a Eda se lo dices antes de que se entere por otros

—Yo no lo haría por nada del mundo

—Henry... tú —una voz imponente nos interrumpe

—No hablen estupideces frente a mi casa, esperaba más de ti Adam

—¿Eren que haces aquí?

—Te recuerdo que es mi casa y mi hermana vive aquí -se acerca a nosotros

—Sí que los hermanos Sorni se pusieron de acuerdo para estar con ese humor

—Ya te ibas, ¿no? —pronuncia molesto

—Si ya me voy —entre en el auto y salgo de ahí para no aguantarlos más

Toda mi mañana de domingo trabajando, debería de tomar un descanso.

Veo la pantalla de mi celular, pensando en llamarla, lo tomo

—Henry

—Eda...

Vamos dile que quieres verla y sentir la calidez de sus abrazos 

—¿Sí?

—Ven, quiero que vengas a mi oficina para almorzar

—¿Ya no estás molesto?

—No, ven mariposita

—Iré mi cascarrabias —rio

—Te espero, bye —termino la llamada

Mi mariposita, mi novia. No pensé que volvería a decir esas palabras

—¿Señor, puedo hacerle una pregunta?

—Dime

—¿Ha planeado tener una familia?

—Claro que si —no dudo en responder con entusiasmo

—Usted parece del tipo de hombres que no quieren tener hijos

—No todo lo contrario, me gustaría tener hijos y formar una familia maravillosa

—Espero que le vaya bien en eso

—Falta mucho aún, así que por eso no me preocupo

—Yo quería tener hijos, pero no pude —sonríe con tristeza — le hice esa pregunta porque vi la noticia de una niña y sus padres son unos monstruos

—Lo lamento y claro que me gustaría formar mi familia

—Bueno señor, iré por un poco de café —sale de la oficina

Hecho para atrás mi cabeza poniéndola en la silla unos minutos después mi celular vibrar, estiro mi brazo para tomarlo al hacerlo veo la pantalla, un número desconocido.

X:
Me pudiste remplazar tan fácil?

ME:
Te has equivocado de número

X:
Soy Sahara y no planeo creer que tú de verdad estás saliendo con esa mujer.

Tiro mi celular sobre la mi escritorio

No es ella, solo es una broma, mierda porque tuvo que aparecer justo en este momento.

—Hola —alzo la mirada y veo a Eda entrando

Cubro mi celular con algunos documentos, ella llega hasta mi lado

—Te ves asustado, ¿estás bien?

—Sí, te extrañé —el galo de su cintura y la siento sobre mis piernas

Mi contrato, mis reglas [En proceso]Where stories live. Discover now