Desde la muerte de su madre, la vida de Pandora cambia radicalmente. Tendrá que pasar por circunstancias difíciles, pero para su suerte, esto le permitirá conocer a alguien que marcara su vida y la hará menos oscura, tal cual como ella hará con la s...
Baje para ir a buscar a Heeseung y lo encontré por el pasillo, venía justo camino a mi habitación.
— ¿Entrenamos? —Sonreí y esté negó.
— No puedo ahora, Sunoo te va a ayudar.
— Pero, pensé que tú me ayudarias...
— Tengo cosas que hacer...—contestó, pero paro al ver mi expresión de decepción—. No me mires así, anda abajo a esperarlo y por mientras pegale al saco como te enseñe.
Asentí algo decepcionada y me fui hasta la ascensor. Heeseung realmente estaba hecho de hielo y acero.
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Le estaba pegando sin ganas al saco, cuando vi como las puertas del ascensor se abrían y dejaban entrar a Heeseung con ropa deportiva.
¿Iba a entrenar conmigo?
— ¿No dijiste que Sunoo me enseñaria? —me acerqué a él con una sonrisa genuina.
— Olvídalo, dije que me encargaría de ti y lo tengo que cumplir. —Me tomó de la mano para que lo siguiera y me ayudó a subirme a una amplia colchoneta que había en el gimnasio.
Tomando en cuenta la personalidad que me había mostrando tener Heeseung hasta ahora, realmente apreciaba que se diera el tiempo de enseñarme a luchar.
— Practiquemos un poco defensa—. Se puso unos guantes y se poscino en su lugar, mirándome fijamente como siempre—. Intenta pegarme.
Asentí y lanze un golpe el cual chocó con la nada misma, ya que el moreno lo había esquivado sin esfuerzo.
— Intenta de nuevo. —Sonrió con egocentrismo.
Le di otro golpe y esté lo esquivo tomándome del brazo y pegandome con suavidad en el estomago.
— Ya estarías muerta —soltó con picardía y fruncí el ceño, comenzando a tomarme el entrenamiento algo personal.
Estuvimos un largo rato ahí, mientras me enseñaba a dar golpes de defensa básicos. Los memorice con facilidad e hizo un patrón de movimiento que repetimos hasta que Heeseung pareció notar mi rápido aprendizaje.
— Vas bien, trata de decifrar el moviento que hare antes que lo haga, tienes que ser astuta y tener confianza en tus movimientos, eso siempre te ayudará a ganar. Vamos otra vez —habló, con un tono de voz inusualmente suave.
Heeseung comenzó a dar golpes con suavidas y se sorprendió cuando lo pille desprevenido logrando darle un golpe en el pecho.
Esté no paro, al contrario, siguió y con más ganas. Me intento dar un golpe, pero lo esquive y le di otro haciéndolo sonreír genuinamente. Seguimos practicando e intente darle otro, pero esté me ataco antes dandome un golpe menos suave en el estómago.
— Vamos, pégame Pandita —me provocó.
Me acerque a él mordiendo mis labios con celos y seguimos boxeando agitadamente. Cada vez que lograba darle un golpe, su suavidad disminuía. Entonces me pillo distraída y en cosa de segundos termino encima mío. Le di un golpe en el rostro y esté me lo devolvió. Solté un quejido y lo empujé pegandole fuertemenete en el abdomen a lo que esté sonrió, como si mi brusquedad le gustara.
