— Eso suena bien... Pero, ¿No te molestaría? —cuestioné con inseguridad.

— Soy de los que madrugan hasta tarde, puedo resistir.

Asentí sintiéndome un poco mejor y pase mis manos por mi rostro, suspirando con timidez. Me volví a acostar, esta vez abrazando la almohada a mi lado y escondí mi rostro en ella, mientras veía a Heeseung pararse de la cama para poder prender la luz de la habitación.

Realmente agradecí esa acción.

Realmente agradecí esa acción

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Narra Heeseung

Cuando me levante, mi mirada se fue a mi pecho al sentir un peso de más. Era Pandora. Posaba su mano sobre mi pecho, como si me hubiera usado de almohada.

La corrí lentamente de mi lado, no quería que despertara todavía. Además, era verdad lo que decían los chicos sobre ella. Por donde la miraras parecía un noble e inocente panda.

Eso no era conveniente en su actual situación, y me iba a segurar de cambiarlo.

Salí de la habitación y me fui a mi oficina buscando entre papeles antiguos, información.

Después de unos minutos, encontré unos archivos viejos en donde estaba la hoja de vida de Pandora. Mi madre la había guardado en una carpeta negra en dónde tenia otras hojas de vida de gente importante.

Efectivamente tenía diecisiete años.
Era tres años menor que yo, hija única, no tenia padre y no había bastante información. Claro, también aparecía que era hija de Hana. Reina en el traficó de sustancias y la cual había desaparecido hace cinco años sin dejar rastro. Era la mejor amiga de mi madre, por lo que recordaba haberla visto en casa en algunas ocasiones.

Mi madre lamentablemente también había fallecido; pero había sido por una sobredosis hace tres años atrás. Me había dejado a cargo de su imperio. Me había preparo desde pequeño, mi infancia se trato de sangre, sustancias y un duro entrenamiento que me ayudo a alcanzar mi madurez mental desde una corta edad. Nunca tuve, ni sentí la falta de una imagen paternal, mi madre era las dos.

Soñaba ser igual que ella. Era invencible, era una
completa gangster que nadie podía parar. Mi madre nunca se intereso en ningún hombre, ella no le atraía nadie, pero, Hana era la excepción. Era demasiado notorio, su comportamiento cambiaba con ella, eran la una para la otra pero las circunstancias no les permitieron poder estar juntas...los últimos años de su vida la veía muy triste. Se dedicaba solo al trabajo y Hana ya no la visitaba.

Unos toques en la puerta me sacaron de mis pensamientos y guarde la hoja nuevamente en la carpeta, girandome para abrir.

— ¿Qué pasa, Jay? —inquirí, al verlo entrar.

DIE FOR YOU / HEESEUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora