La Hija De Salvaje (Liga de la Justicia y Young Justice) [EN EDICIÓN]

Cap: Decimosexto

Nota: Antes de comenzar, prepárense para sufrir. :3

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Narrador.

Mientras balanceaba sus pies, la ojigris leía el nuevo libro de la marciana sentada sobre la mesada con Inu sobre su cabeza, esperando pacientemente que el Lemon Pie que había echo ella sola se terminara de hacer en el horno.

-Mezclar bién -leyó en voz alta- volcarlas en el molde y cubrir con la otra parte de la masa.. -dos presencias se acercaban a ella a lo que se mordió el labio pensando más allá del libro que tenía en manos.

-¿Qué es ese delicioso aroma? -se escuchó preguntar, la ojigris los miro un momento por encima del libro y luego volvió a su lectura- ¿Estás haciendo otro Lizzy?

-Como ayer nos comimos todo entre las chicas, Conner y tú pensé en hacer otro para el resto -habló con tranquilidad sin apartar la vista del libro.

Un pequeño silencio se hizo presente, la ojigris hubiera creído que se habían ido pero aún los sentía cerca de ella, de a poco fué bajando el libro encontrándose con la mirada pensante de Wally frente a ella.

-Osea.. -siguió pensando, cosa que alarmó un poco a la ojigris- que tienes favoritismo.

-¿Qué? -le preguntó alzando una ceja, pero la alarma del horno los interrumpió.

La ojigris bajando de la mesada, cerrando el libro, se acercó a el bajando su puerta y sacando el contenido con sus poderes para evitar quemarse, colocándolo donde ella con anterioridad se había sentado, lo contempló por unos momentos sintiéndose bién, al haber hecho por primera vez, un postre ella sola.

Luego se acordó de la conversación con el velocista a lo que giró encontrándolo aún pensando con una mano bajo su barbilla e Inu sobre su hombro izquierdo.

«¿Cuándo fue con él que no lo sentí? »se preguntó la ojigris.

-Yo no tengo ningún favoritismo velocista ¿De dónde sacaste eso? -se cruzo de brazos divertida ante las ocurrencias del ojiverde.

-Nunca has hecho comida sola y menos si es un postre -habló cerrando los ojos mientras cruzaba sus brazos.

Aunque el corredor hubiese pensado por un buen rato sus palabras, el petirrojo creyó qué debía de haberlo pensado un poco más, sobre todo la elección de palabras que usó en su respuesta, por que prácticamente el velocista le había dicho que era una buena para nada en la cocina.

En parte era verdad, cada cosa que ella cocinaba para sí misma algo salía mal ya sea quemado, pasado o crudo, pero aún así seguía tratando de mejorar cada vez que nadie la veía.

«Agradece que me he levantado de buen humor velocista baboso o te habría mandado a conocer a tus antepasados de la paliza que te hubiese dado »pensó la ojigris apoyándose en la mesada mientras se masajea va el puente de su nariz con una mano y rodeada su cintura con la otra.