Exilio

10

Tan pronto como oscureció, Su Qingbai tenía tanto sueño que se quitó la ropa y fue a la cama de ladrillos con calefacción. Descubrió que Su Chengjun acababa de despertarse después de un día entero de sueño.

Su Qingbai se acercó y pellizcó suavemente la carita; era suave, atractivo y agradable al tacto. Pero Su Qingbai no pudo apreciarlo en absoluto. Cuanto más viejo era el pequeño, más se parecía a ese pervertido.

Su Caicai le sonrió a Su Qingbai mientras se acercaba y abrió la boca. Las encías rosadas quedaron expuestas. Su Qingbai, que nunca antes lo había visto, sintió que era extraño. Rascó la barbilla carnosa del bebé y la boca del bebé se abrió más. Luego, la saliva brillante fluyó hacia las manos de Su Qingbai.

Su Qingbai se frotó las manos con disgusto y dejó de burlarse de él.

Después de apagar la lámpara, Su Qingbai se fue a la cama.

"Ahh ahh ahh ~" Su Caicai todavía estaba enérgico. Dormía todo el día y hablaba solo con sus ojillos brillantes abiertos en la oscuridad.

Su Qingbai lo ignoró. Quizás porque era prematuro y débil, el niño pasó la mayor parte del día durmiendo, sin llorar ni hablar. Cuando lo pusieran allí, en poco tiempo seguramente se quedaría dormido solo.

Efectivamente, Su Qingbai se despertó en medio de la noche y descubrió que Su Caicai se había quedado dormido. Su Qingbai revisó los pantalones de Su Caicai con la nariz apretada. Después de una mirada, había orinado.

Su Qingbai se levantó temprano al día siguiente porque se acostó temprano la noche anterior y luego vio a su Lao Niang1 estaba cuidando el fuego para cocinar.

Cuando su Lao Niang venía aquí, ella cocinaba cada tres o cinco veces. Todos pensaron que su habilidad culinaria saldría con la práctica, pero no esperaban que no funcionara cuando se trataba de su Lao Niang.

En este momento, solo Madame Su, Su Qingbai y Su Caicai se habían despertado. Los demás aún dormían. Su Qingbai no tenía nada que hacer, por lo que le robó a su Lao Niang su trabajo. "Niang, ve a descansar, yo cocinaré la comida de hoy".

A la señora Su no le gustaba mucho cocinar, por supuesto, pero la señora Su todavía le preguntó a Su Qingbai: "¿No tienes que alimentar a Caicai?"

Su Qingbai no iba a dejar que su Lao Niang cocinara de todos modos. Lo pensó y dijo: "De lo contrario, irás y alimentarás a Caicai, yo cocinaré".

Estos días desde el nacimiento de Su Caicai, Su Qingbai estaba inactivo y aburrido. Sostuvo a Su Caicai en sus brazos para ver a sus cuñadas y a su madre cocinar. Si hubieras visto mucho, podrías cocinar. Su oficio era mucho mejor que el de su madre. Además, Su Qingbai era un buen comedor y sus requisitos eran altos. En poco tiempo, podría compararse con las habilidades de sus dos cuñadas en la familia.

Sin embargo, Laozi sintió que no era apropiado que un hombre grande se quedara en la cocina todo el día, por lo que las comidas siempre las preparaban varias mujeres por turno.

Madame Su estuvo de acuerdo sin pensarlo. El nieto era tan hermoso y encantador. Su pensamiento no era tan complicado como el pensamiento de Su Lingchuan. Ella pensó que era el bebé de su hijo, su nieto, que era hermoso y obediente, y lo amaba como a una abuela normal.

Después del desayuno, Su Qingbai llevó la leche tibia al dormitorio. Madame Su estaba sentada en la cama de ladrillos con calefacción, entreteniendo a Su Caicai. Su Qingbai le pasó la leche a Madam Su para que la alimentara.

Su Lingchuan se despertó y no encontró a nadie en la cocina. Fue al dormitorio de Su Qingbai. Vio a la señora Su dándole leche a Su Caicai en sus brazos, mientras que Su Qingbai se sentó a su lado con una risa tonta, y de repente se quedó sin aliento. "Tu madre está ocupada alimentando al bebé. ¿Qué estás ahí sentado mirando tontamente? ¿Aún no tienes prisa por ayudar?