Cap 22: A su Merced (Parte 2)

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Desde que descubrí más "secretos" respecto a mi y a mi hermano si es que lo puedo seguir llamando así al tener la duda realmente sobre su origen, mi cabeza estaba en otro mundo, lleno de preguntas y demasiada duda. Desde que había hecho el trato con Miranda ya no había regresado al castillo por orden de ella para no levantar sospechas de la Duquesa y sus hijas, a lo cual me terminé hospedando en una casa de la Villa la cual estaba en buen estado debido a que los lycans bajo orden de Heisenberg no destruyeron debido a que él era el único que sabía de la locura que acababa de cometer, incluso tenía que ocultarme cuando la Duquesa o Donna se encontraban cerca, en especial al saber que la Duquesa podría descubrirme o localizarme debido a mi aroma que era el más peculiar en el lugar y único además de que era inconfundible con el aroma de los lycans.

Heisenberg iba a verme en las noches ya que sabía que a esas horas los demás no saldrían y ordenaba a los lycans que anduvieran cerca de donde me encontraba en caso de que la Duquesa o alguien más estuviera cerca, incluso luego él se quedaba a dormir si sospechaba de que corriera peligro. Me llevaba alimento y algunas armas para defensa propia, incluso me hizo unos guantes los cuales al hacer el movimiento de "garras" salían unas grandes y afiladas de los mismo, decía que eran para librarme de situaciones inesperadas o igual para defensa personal.
Cada que él estaba conmigo estaba en mi forma semi humana ya que quería seguir estudiándome aunque tuviera ya bastante información sobre mi, aún seguía estudiando mi fase cuando había luna llena y con libros que se había llevado del castillo referente a mutaciones era más fácil para él hacer sus estudios y luego me obligaba a salir a cazar o perseguir a Urías para obtener datos de mi forma animal.

Una noche salí a dar mi caminata nocturna como humana, el reloj de la capilla ya había dado las 23hrs y era la hora perfecta para despejarme un poco sin correr peligro de que alguien me descubriera, Urías andaba cerca de la zona que incluso me escoltaba a donde fuera hasta que me encontré a Heisenberg cerca del centro de ceremonia para la resurrección de Eva.

- Pensé que ya estarías dormido a estas horas, Karl.

H: Lo mismo te pregunto a ti Helena, aunque no salga nadie de los demás a estas horas puedes correr riesgo si Alcina o sus hijas te llegarán a ver.

- Sus hijas morirían si salen sin cubrirse y la Duquesa aunque me vea desaparecería de su vista en un santiamén.

H: Tienes demasiado confianza, algo muy normal en ti... que hablando de confianza, ¿Ya sabes que Miranda nos quiere ver a todos en dos dias?

-Si, me dijo que la acompañara

H: Si Alcina te ve estando con ella no dudará en degollarte en ese momento.

- Lo se y es un riesgo que estoy dispuesta a correr, pero Miranda no permitiría que alguno de ustedes me pusiera un dedo encima.

H: Alcina y sus hijas extrañan tu presencia en el castillo, incluso me preguntaron si sabía algo de ti y les dije que habías salido a limpiar tu mente y que no sabía hasta cuando regresarías.
Me sorprendió mucho ver el rostro de preocupación de esa zorra y en especial por la humana que ha despreciado y maltratado desde que conoció.

- ¿Es la primera vez que la ves de esa manera? ¿Ella nunca había tenido alguien "importante" antes de que yo llegara?

H: Digamos que la única persona importante para ella siempre ha sido Miranda por salvarle la vida y darle a sus hijas entrometidas, pero desde que llegaste a su vida a cambiado en muchos aspectos y uno de ellos es que se abrió a ti de cierta manera que ni siquiera Miranda logró durante estos años.
Ya te había dicho eso Helena.

La Guardiana de la DuquesaWhere stories live. Discover now