Cap 7: Celo

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Eran las 2 AM, el castillo estaba en absoluto silencio y demasiado tranquilo, por lo que pude aprovechar para escapar de ahí, no era porque ya no quisiera trabajar con mi señora, pero no podía permitir estar a su lado estando en mi estado actual que es algo con lo que no he lidiado estando cerca de vampiros, en especial si son mujeres.
Salí del castillo de manera cautelosa y camine por la aldea, mientras fumaba un cigarrillo y me hundía en el interior de la gabardina que llevaba ya que la temperatura era muy diferente estando dentro y fuera del castillo. Veía varios lycans comiendo restos humanos o incluso cabras, incluso se acercaban a mi pero al momento en que me olían se alejaban y regresaban a lo que andaban haciendo.
No sabía a dónde ir o con quien, si iba en este estado con Heisenberg era capaz de avisarle a mi Duquesa y era la última que menos quería que se enterara que escapé del castillo sin haber avisado antes, así que opte por ir con Donna y Angie, si iba con Moreau y estaba en su forma normal no podría durar mucho ahí además de que no me gusta estar en lugares húmedos y con mal olor....
Así que me dirigí a la casa de Donna y Angie pero tomé mi forma de lobo ya que no me gustaba pasar con mi forma  semi-lobuna por dónde se encontraban las muñecas colgadas ya que aún no podía superar mi fobia por esas cosas horribles.

Después de mi largo trayecto llegué hasta la casa Beneviento, volví a mi forma normal y toqué la puerta, Donna fué quien me abrió y entre en su hogar, estuve ahí la mayor parte de la mañana, incluso la acompañe a almorzar, no sabía si comía carne humana o de animales, así que me dejó que agarrara lo que quisiera, la verdad no quise causarle problema con ello y terminé de comerme la carne humana ya que veía que no comía de ello,  lo que Angie comenzó a jalarme mis orejas pero no me molestaba ello, era normal que hiciera eso cada que me veía.
Pasaron algunas horas y volví a sentir raro mi cuerpo, comencé a hacer levemente y decidí salir de la casa, ya que Donna estaba en su taller de marionetas tallando a una mujer de la cual tenía fotografía estando....muerta....bueno si si daba miedo en muchos sentidos, pero no era lo de mayor importancia en estos momentos.
Salí y inhale profundamente tratando de tranquilizarme, me amarré mi cabello en una cola de caballo ya que lo tenía largo y se me formaban como chinos en las puntas y me recargué en el barandal que daba hacia una hermosa vista de varias montañas y a lo lejos se podía ver la aldea.


D: ¿Está todo bien señorita Karnstein?

-Hmm?

Giré mi cabeza viendo a Donna venir hacia mi pero con una parte de su rostro descubierta, era la primera vez que podía ver su rostro, realmente era hermosa como en su retrato que tiene en su sala principal. Se colocó a mi lado y miró el paisaje.

D: Desde que llegó no dijo el motivo por el cual estaba aquí, así que Angie me dijo que había salido de la casa y pensé que ya se iba sin despedirse...así que por eso vine a verla.

-No no, no es así mi situación...la verdad es que me escape del castillo por un corto tiempo ya que no quiero ocasionarle a mi señora incomodidades estando de manera extraña. * Dije entre pequeños jadeos*

D: De manera extraña? A qué se refiere....oh vaya, ya entendí a lo que se refiere.

-¿Enserio?

D: Así es, estás en Celo, ¿No es así?

-S-si...pero como se dió cuenta?!

D: Querida, cuando era humana yo tenía algo similar que al que le decía 'Periodo'. Era un pequeño lapso de días en el que me sentía muy sensible, mis emociones estaban muy alteradas y aparte sangraba ese tiempo, claro no me moría pero si era incómodo ello.
Así que a ti te pasa lo mismo, solo que en tu caso se le dice 'Celo' ya que eres una alteración con genética animal, además de que estás jadeando, tu cara presenta un leve rubor y estas caliente.

La Guardiana de la DuquesaWhere stories live. Discover now