La Guardiana de la Duquesa

Cap 6: El Silencio del Calabozo

La noche fue la más larga que he tenido en mi corta y miserable vida, nunca creí llegar a dormir con una mujer y menos con la que se volvería mi señora, claro no hubo mucho problema ya que estaba en mi 4ta forma, sin embargo, la situación se volvió poco a poco incómoda cuando me apretaba contra su pecho, no era incómodo pero si embarazado...cómo explicarlo...ehm...era demasiado...cómodo y....grande...y suave..ay dios...bien! Hasta aquí, solo pensar como era ello hace que mi cuerpo arda por dentro.
Conforme me apretaba más hubo un momento en el que ya no soporte más estar en mi forma lobuna, por lo que regrese a mi forma normal, pero estando así ya era más incómodo además de que no quería de que en algún momento se llegará a despertar y me viera como semi loba, ya que como les explico que lobos y vampiros no suelen llevarse bien en muchos sentidos.
Sentía cada vez menos la posibilidad de respirar bien, por lo que me ví obligada a separarme de ella con algo de fuerza. Coloqué mi mano en el costado de su cintura...o era su torso(?), No sabía bien que estaba sujetando pero era algo firme, con lo que pude apoyarme y empujarme hacia atrás logrando separarme un poco de ella pero al sentir que me separaba, me abrazo con mis fuerza escuchando como me tronaba mi cuerpo y claro sentía que me iba a romper en algún momento por lo que no me quedo otra opción y era a la que menos quería recurrir....al estar en su pecho sabía que sería un punto de dolor grande para ella si algo pasaba en esa zona, por lo que no me quedo más que morder con algo de fuerza su busto y claro, se despertó molesta y me tiró de la cama, mirándome con rabia y enojo.

A: Como te atreves a  atacarme mientras dormía?!

-N-no! No fue esa mi intención mi señora, solo que usted....

A: No quiero escuchar aplicaciones viniendo de ti en este momento, debí de haberte dejado colgada del techo más tiempo hasta que te murieras por toda la sangre acumulada en tu cabeza.

-Pero mi señora no fue inten-....

A: Largo de mi vista perra sucia!

-P-pero!....

A: Largo! Cassandra! Bela! Llevenla al calabozo!

En un instante sus hijas aparecieron en sus aposentos, me enterraron sus Oz en mis piernas y me arrastraron sin decir ni una sola palabra. Yo solo pude voltear a ver a mi señora y solo ví odio en su rostro, haciéndome sentir un nudo en mi garganta.
Llegamos al calabozo después de unos minutos y me metieron en una celda algo grande, más que las demás, me colocaron el collar que había ahí y que estaba clavado en la pared en el cuello , me encadenaron mis manos y se fueron sin decirme ni una palabra, me habían dejado en el lugar más oscuro o bueno no tanto ya que entraba por una grieta de la pared un rayo de luz de la luna, hacía más frío que en el resto del castillo e incluso podía escuchar los gritos de agonía de las mujeres en la lejanía.

- No fué mi intención hacerle eso mi señora....jamás la atacaría, incluso si me lo pidiera primero preferiría darme un tiro al corazón que atacarla a usted...

Pasé el resto de la noche en el calabozo hasta que cesó y los pájaros comenzaron a cantar o eso creía, escuchaba pasos venir y ni me inmuté en levantar la mirada, solo escuché que me dejaron algo en el suelo y se alejaban los pasos. Era comida y ni siquiera me atrevía a probar ello, sabía lo que había hecho y que eso significaba mi muerte próximamente, que en algún momento ya no despertara.
Venían a lo largo del día a dejarme comida y vino o mejor dicho sangre...del cual no comía ni bebía nada, no podía aceptarlo.
En ningún momento mi señora se presentó ante mi, era lógico después de lo que hice, así que no esperaba que eso sucediera. Cayó la noche nuevamente, me recosté en la parte donde estaba oscuro y cerré mis ojos, esperando que la muerte viniera por mi o que simplemente las hijas de mi señora succionaran mi sangre hasta dejarme como una pasa.