Capitulo 26

44 7 9
                                    

El sol se cuela por la ventana y los rayos de lo mismo acarician mis brazos mientras yo sigo en esa silla de madera y suspiro

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El sol se cuela por la ventana y los rayos de lo mismo acarician mis brazos mientras yo sigo en esa silla de madera y suspiro. El ruido del reloj hace un tick tock que me esta aturdiendo, llevo minutos aquí sentado y mis dedos se mueven con nerviosismo golpeando en mi rodilla.

La puerta de la habitación se abre, donde la mujer regordeta con tacones camina con delicadeza y me sonríe amable tras sentarse. Sin duda mucho mas amable que su fría secretaria, acomoda su cabello rojo borgoña y sus manos cuyas uñas estaban pintadas de negro se mueve por las carpetas que trajo.

Agarra una lapicera azul y anota algo antes de mirarme.

—Entonces, Asher, ¿Qué tal si me cuentas porque quieres estar aquí en primer lugar?

Cuando me desperté en la clínica y ella ingreso en la habitación. Solo pude sentirme malditamente culpable, no me merecía su pena, no me merecía que sus ojos grandes y oscuros me miraran de aquella forma, no merecía que Circe me llorara o me agarrara el rostro con tanta delicadeza como lo había echo. Me merecía sus gritos, su indiferencia, su enojo. Esas cosas me merecía.

Y fue cuando me quebré, entones me rodeo con sus brazos y me aferre a su cuerpo. Circe me sostenía, y era tan malditamente injusto que lo hiciera, no debería hacerlo, no debía sostenerme.

Cuando se fue con mi hermana a buscar algo en la cafetería, me quede solo, pero la soledad no duró demasiado cuando una mujer adulta ingresa a mi habitación. Con la mirada dura, los ojos serios y los labios apretados. Era una versión de Circe adulta y molesta sin duda.

—Es bueno ver que despertaste.—dice su madre viéndome y sonreí de lado.

—Circe esta con mi hermana...

—Oh, bien, porque quiero hablar a solas contigo,  quiero pedirte algo. Algo por Circe.—Dice ella acomodando su cabello.

—Lo que sea.

—Quiero que te alejes de mi hija.—dice ella, sus palabras me golpearon como un balde de agua fría, mi corazón golpeo con fuerza en mi pecho mientras intentaba entender. Pero su madre no cambia esa mirada severa y seria.—Mi hija estaba bien antes de ti.

—¿Bien?—repetí de manera incrédula.—Mejoró gracias a mi, apuesto a que no la oyó reír en largos meses por eso.

—Si, mejoró gracias a ti, y casi empeora por tu culpa, tuvo un ataque de ansiedad en el mercado y...estuvo bastante mal, esperando a tus noticias que parecía que volvió a recaer.—dice viéndome fijamente.-Mi hija ya perdió a mi otra hija, y a su mejor amigo, no necesita mas perdidas.

—No puedo hacerlo.—-susurre viéndola.—La quiero.

—Entonces, si la quieres, y quieres que este bien, me harás caso.

Ella no me dejo contestarle, solo se dio vuelta y se fue. Y cuando Circe junto a Vanessa volvieron con bebidas calientes y me ofrecían sonrisas, yo solo tenía un sabor amargo en mi boca.

Circe & Asher | [Heridas #1]Where stories live. Discover now