Circe & Asher | [Heridas #1]

Capitulo 6

Suspiraba en los labios de Finneas mientras que me agarraba con fuerza de los hombros, intentábamos no hacer ruido dentro de los cubículos de los baños de la escuela, aunque era difícil, era un espacio sumamente pequeño para dos adolescentes. Más cuando Finneas parecía desesperado mientras nos tocábamos.

Los suspiros de nuestros labios mientras nos veíamos a los ojos, Finneas me besa mientras que su mano va al cinturón de mi pantalón y lo quita, para luego introducir su mano en el mismo y haciéndome jadear suavemente, mordí su labio con fuerza.

No sé por qué hago esto, de entregarme a alguien sabiendo que luego seré la basura que desecha, dejarme tocar por él, ser receptivo ante su boca, sabiendo toda la verdad. Sabiendo que no me quiere, sabiendo que sus palabras son tan vacías como sus actos, puedo decir que soy un estúpido, porque me dejo tocar, me dejo besar, me dejo querer por él. Me gusta considerarme como una persona que entrega todo, para luego, no tener nada a cambio.

Terminamos lo que comenzamos al mismo tiempo que sonó el timbre, Finneas salió primero, para no levantar sospechas. Me escondí en el cubículo cuando escucho saludar a unas personas. Nuestros amigos, los que él prefiere ocultar todo.

—Hola, Finneas—habla Dylan—¿Estuviste aquí toda la hora?

—Honestamente no me interesaba la aburrida clase de filosofía, para delirar me hubiera quedado en casa.—dice Finneas y los chicos ríen, pongo mis ojos en blanco mientras esperaba a que se fueran.

—Asher tampoco estaba en clase, ¿lo viste?—habla Zack, pegue mi oreja a la puerta interesado por la respuesta de Finneas. ¿Por qué me interesa su respuesta?, ¿Por qué me hago ilusiones de algo que ya sé que dirá?.

Finneas se ríe.

—¿Cómo voy a saberlo?, ni me interesa lo que haga.—dice Finneas.—Seguramente esta siendo un mariquita por ahí.

"Oh bueno, Finneas, tu eres el que gemías mi nombre varias noches", podría salir a decir eso, podía plantearme de frente, romper su reputación y simplemente decirlo. Pero me quede ahí, parado, mientras que el corazón en mi pecho hace lo posible por no romperse, aunque ya esta roto, usado y pisado por la misma persona.

Una y otra vez.

Apoye mi cabeza en el cubículo mientras suspiro suavemente.

—Escuchamos que Serena ira esta noche, y también oí que esta interesada en ti.—habla Marco, todos los chicos dicen "uh".—Deberías intentarlo con ella.

—Claro que voy a intentar algo, Serena esta buenísima, y si le gusto, será pan comido tenerla.

Sus voces se hacen lejanas y escucho la puerta del baño cerrarse. Me asomo al cubículo con cuidado y suelto un suspiro al no ver a nadie, me acerco al lavamanos, abro la canilla y bebo un sorbo de agua de la misma. Lleno mis manos de agua y me mojo la cara antes de verme al espejo.