Capitulo 13

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El cuarto olía a rosas. A Selene siempre le gustaron las rosas, y era a lo que olía su habitación.

Me tarde en tomar una decisión, sin ingresaba o me quedaba fuera, hasta que lo hice. Pude sentir el frio del cuarto acariciando mi piel, podía percibir la sombra de su fantasma jugando en la habitación, sentía su risa, escuchaba su música. Y el cuarto olía a rosas, como si siempre hubiera estado aquí.

Como si no se hubiera ido.

Nuestros cuartos eran diferentes, a Selene siempre le gustaron los colores anaranjados y rosados, sus paredes eran de un suave color durazno, y sus muebles blancos. Sus colchas eran rosadas con pequeña líneas grises, me abrace a su almohada como si así pudiera percibir algo de Selene, lo que fuera.

Su atrapasueños descansaba en su mesita de noche, al igual que aquel despertador rosado con dibujos de mariposas que nos dieron en nuestra niñez, su escritorio esta lleno de viejos papeles de la escuela y uno que otro peluche, acaricie la suave colcha mientras seguía reposando mi cabeza en su cama.

—¿Circe?—pregunta Colin parado en la puerta del cuarto, luego lo escucho caminar y se asoma para verme.—¿Estas bien?

Miro al menor de mis hermano.

—Solo descansaba.—susurre viéndolo.

—¿En el cuarto de Selene?

No pase desapercibida el tono de sorpresa que uso al preguntarlo, ¿y a quien engaño? A mi tambien me tomo por sorpresa cuando mis pies se movieron hasta su cuarto, me tomo por sorpresa cuando me senté en su cama y me quede contemplando su habitación, siempre envidie la cantidad de luz solar que ingresaba en su cuarto, en una pequeña repisa se encuentran las revistas de moda y chismes que compraba y Kaden se burlaba.

Me lastimaban los recuerdos, pero aun mas me lastimaba saber que mamá quería sacármelos a todos, quería vaciar su cuarto. Y a mi no me quedaban más lagrimas para llorar, ni mas fuerza para pelear. El vacío en mi pecho se estaba haciendo más grande.

"Al menos no mate dos personas".

Las palabras de Asher aparecieron en mi cabeza, y me siguieron cuando salí de su casa, estuvieron conmigo mientras lloraba en silencio para no alarmar a nadie, estuvieron conmigo mientras evitaba comer, y estuvieron conmigo en mis sueños.

—Circe, un amigo vino a verte.—escucho decir a la voz de mi mamá. Colín decide dejarme sola, mientras yo sigo dándole la espalda a la puerta, suspiro pesadamente volteándome a ver al amigo que vino de visita.

Mis ojos estaban pesando, y un pequeño dolor de cabeza aparece, pero creo estar en todos mis sentidos cuando veo a Asher parado en el marco de la puerta. Con una camisa a cuadros y pantalones negros, con sus típicas ojeras y un mechón de su cabello café cayendo en su frente. Él me mira, y sostengo su mirada antes de volver a mi posición de antes dándole la espalda.

Circe & Asher | [Heridas #1]Where stories live. Discover now