Capitulo 5

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Estuve actuando como un robot los siguientes días, clases, cama, clases, cama y así todos los días. El cuerpo me duele, y aunque no tengo mas lagrimas que llorar, el dolor no se va. ¿Cuándo podrá irse?, ¿pronto?, ¿tardara en cicatrizar? Quiero que todo acabe.

Tape mi cabeza con las colchas mientras suspiraba pesadamente, era difícil cerrar los ojos y no pensar en alguno de los dos, tanto Kaden como Selene venían a mi cabeza.

—Circe.—escuchó la voz de Helena hablándome con suavidad mientras abre la puerta de mi habitación—Alguien vino a verte. 

—No quiero ver a nadie—susurre.

—¿Eso significa que hice un viaje para nada? que triste.—dice la voz de Noelia, la novia de Helena, saco las colchas de mi cabeza para encontrarme con la chica alta de cabello negro rizado y ojos cafés. Noelia me sonríe tirándose a mi lado mientras besa mi mejilla. Es muy cariñosa con todos, supongo que el echo de ser amorosa amortiguo el peso de mis padres al saber que a su hija mayor le gustaban las mujeres.

Ella me estrujo en sus brazos con fuerzas y deje que lo hiciera acomodándome en los mismos.

—Estaba pensando, que podríamos tomar un helado las tres.—dice Noelia tocando mi cabello. Mi principal idea era rechazarla, decirle que no, y quedarme tirada en la cama. Pero ambas chicas me miraban de una forma que hizo retorcer mi corazón, ambas me miraban como cachorrito heridos que querían complacerme.

Entonces accedí. No me cambie de ropa, ni fuimos en auto, Noelia y Helena se encargaban de llenar el silencio, mientras que yo las escuchaba con las manos en mi bolsillo. Al llegar a la heladería, Helena es la encargada de entrar a pedir los helados dejándonos a nosotras dos solas.

—Es un lindo día—dice Noelia moviendo su cabeza de lado a lado acomodándose mejor sus rizos definidos mientras se acomodaba en la silla. Yo miraba mis manos rascando mi uña para sacarle el resto de esmalte negro que estaba en mi pulgar, Camila había decidido jugar con mis manos en una aburrida clase de historia, y no le puse quejas.

Suspire mirando a las pocas personas que estaban en las mesas blancas de plástico en el exterior de la heladería, había una madre con dos niños con helado de chocolate ensuciando toda su boca, un grupo de adolescentes reían a carcajadas mientras comían helado, frente a nosotros pasaban autos y gente paseando en bicicleta.

—Circe—me llama Noelia y la miro, ella me ofrece una suave sonrisa.—¿Cómo te sientes?

—Bien

—No tienes que fingir conmigo.—dice Noelia ladeando su cabeza.—Somos amigas, ¿no?

La verdad ya no se quienes eran mis amigas, seguí rascando mi uña para sacar el esmalte negro de mi dedo sin mirarla a los ojos.

—¿Sabes? Yo me crie mas con mi abuela que con mis padres, ella vivía en un campo donde tenía mi propio caballo, me encantaba estar ahí, un día mi abuela se enfermó y falleció, yo no estaba con ella esos días y sentí que era mi culpa.

Circe & Asher | [Heridas #1]Where stories live. Discover now