Circe & Asher | [Heridas #1]

Capitulo 17

Soñé con un recuerdo.

 Era tan vivido y colorido, que parecía real. No teníamos mas de diez años cuando mi familia y la de Kaden se juntaron a hacer un picnic en verano, Selene, Kaden y yo jugábamos a la mancha persiguiéndonos, escuchando sus risas. Podía sentir el olor del lago, y el viento acariciando mi piel, el sol calentando nuestros cuerpos. Los llamados de Colín y la hermana de Kaden para que los esperáramos para jugar con ellos, veía a Helena con la nariz metida en algún libro, nuestros padres gritando que cuidemos a nuestros hermanos menores. Tirábamos piedras al agua para ver quien llegaba mas lejos, la chispa competitiva de Kaden esforzándose por ser el que mas se alejara, las risas de aquel dia de verano se quedaron en lo mas profundo de mi cerebro.

Intente aferrarme a ese recuerdo, pero todo fue desvaneciéndose en cámara lenta. Todas las palabras de esa tarde se quedaron perdidas, y es ahora cuando recordaba que la familia de Kaden me miraban con rencor, cuando recuerdo las palabras crudas de su madre mientras lloraba decirme "¿Por qué no fuiste tu?"

Siento que me despierto, y un terrible dolor de cabeza aparece. Tengo un agujero en mi estomago reclamarme porque comiera algo. Suspiro hundiéndome en las colchas, no recordaba nada de anoche, salvo que salí a una fiesta, ¿pero y luego?, mis recuerdos estaban borrosos, comí algo que tenía demasiado chocolate y un sabor raro. Voy cobrando todos mis sentidos de a poco, mis ojos pesan demasiado y todo parece darme vueltas un segundo, estiro mi cuerpo en la cama, cuando siento un calor que viene a mi lado.

Algo asustada, me volteo, hasta encontrarme con Asher. Él dormía cómodamente a mi lado, con su boca semi abierta, las ojeras bajo sus ojos se hacían presente. Suspire dándome la vuelta viéndolo dormir un poco, acaricie su cabello café. No había que ser un genio para saber que me trajo a casa, observo sus manos donde una tiene el paquete de mis galletas con relleno de crema abiertas, por las migajas en la cama, se ve que alguien las disfrutó.

Tal vez él supiera porque me encontraba tan mareada.

Iba a hablarle cuando la puerta de mi cuarto se abre, me levanto de golpe, aunque mi cabeza me regaña por eso indicándome que vuelva a acostarme porque aún mis sentidos no terminan de despertarse.

—¿¡Por que hay un chico en tu cama!?—brama mi papá a gritos, provocando que Asher se despierte.

—¡No es lo que parece!—grite yo, Asher apenas se va despertando y parpadea varias veces intentando comprender los gritos.

—¿Ah no?—pregunta papá.—¿Entonces porque está en tu cama?

—Me acompaño a casa.

—¿Y se quedo a dormir contigo?

—Señor.—habla Asher poniéndose las zapatillas de manera torpe.—Solo me quede dormido, le prometo que no sucedió nada con su hija.

—Es cierto, somos amigos.—dije sacándome las colchas parándome.—¿Ves? Estoy completamente vestida, ¡sigo siendo virgen!