Circe & Asher | [Heridas #1]

Capitulo 24

ADVERTENCIA

(⚠️) Leer este capítulo con precaución

En mi mesa de noche descansaba la bolsa de coca, esperando a que la tome, esperando a que haga una línea y sin más consuma. Y también, frente mío, estaba la laptop en mis piernas mostrando la pagina de la universidad ofreciéndome todo para asegurarme un futuro, para que ingrese y preste atención a los estudiantes graduados quienes cuentan sus experiencias.

Juego con el mouse de la laptop mientras miro la pagina y voy bajando, una sonrisa amarga se posa en mi rostro al ver una foto de dos estudiantes con sus libros e intento imaginarme por un momento que ese soy yo, que soy yo aquel chico que esta con los libros. Incluso podría estar con ella a mi lado, riéndonos de algo, hablando sobre las clases.

¿Dónde te ves en veinte años, Asher? Son las palabras que ruedan en mi cabeza, como si Circe estuviera a mi lado y me las preguntara. ¿Qué donde me veo?, pues es una excelente pregunta.

Dejo la laptop en la cama, masajeo mi rostro antes de suspirar y mirar la bolsita en mi mesa de luz, me quede observándola unos segundos antes de levantar y agarrar  la bolsa de coca entre mis manos, hago una mueca y la llevo al tacho de basura, me quedo observando unos segundos antes de tirarla, le hago un nudo a la bolsa y camino afuera para sacarla. Al ponerla en el canasto, me quedo ahí quieto, podría sentirme bien conmigo, hice algo que hace varios meses atrás no hubiera echo. Podía sentirme feliz por ese pequeño logro, coloque mis manos en los bolsillos de mis jeans preparándome para ir adentro.

Un auto se estaciona al frente de la casa de mi abuela de donde veo que baja mi padre, mi madre no me mira aunque ella este en el asiento del co-piloto.

—¿Enserio viniste a refugiarte en los brazos de tu pobre abuela?—me dijo mi padre escupiendo cada palabra.—¿Enserio vas a hacer un vago aquí también?

—¿Qué haces aquí?—pregunte atontado.

—Quería saber si era cierto que estabas aquí, ¿viniste a serle una molestia a esa santa mujer?, ¿no te basta jodernos la vida a todos nosotros que se la vienes a joder a tu pobre abuela?

Mis manos comienzan a temblar aunque hago bien en ocultar eso, no quiero demostrarle temor, no quiero demostrar cómo sus palabras se quedan grabadas en mi cerebro, esa satisfacción quiere tener de mi no la conseguirá.

—No la estoy molestando.—digo intentando que la voz no me temblara. Papá me mira molesto, sus ojos cafés se clavan en los míos. 

—Si, Asher, eres una molestia para todos los que están aquí, una molestia para la santa de tu abuela y tu existencia nos jode la vida, tu solo apareces para jodernos, estas acá con este propósito que no puedo ni creer que te hayas atrevido a seguir molestando como un estúpido parasito -dice mi padre escupiendo cada palabra.—Hazle un favor y vete de esta casa también, no me importa si te vas con uno de tus putos o te quedes en la calle, si vas a hacer un vago de mierda, que sea lejos de esta familia la cual tu manchaste.