Circe & Asher | [Heridas #1]

Capitulo 25

—Entonces, ¿quieres que hablemos de todo lo que sucedió?—pregunta el doctor Reginald mientras acaricio la cicatriz en mi muñeca.—Circe, ¿estas escuchándome?

Alzo los ojos para verlo mientras que el doctor Reggie me mira atentamente, me sentía como si estuviera metida en un confesionario. El doctor se cruza de brazos encima de su escritorio. Suspira de esa forma amable y tranquila a la que estoy acostumbrada mientras me mira con sus ojos oscuros detrás de sus anteojos.

—Nada saldrá de aquí, pero debes hablarme, Circe, ¿puedes hablarme de lo que sucedió hace unos días?

Suspire y forme una fina línea con mis labios, mis manos se cerraron en puños. Recordar lastimaba.

Golden Valley no se la conoce por ser un pueblo demasiado grande, se le conoce porque todos los vecinos nos conocemos o sabemos unos pequeños detalles del otro.

En otras palabras, Golden Valley era como un gran lugar para enterarse de las noticias locales.

Mamá estaba en el supermercado examinando con atención unos tomates cuando escucho a la vecinas hablar "¿escuchaste de ese pobre chico que fue internado por una sobredosis? Pobre sus padres tener que mantener a alguien como él, un drogadicto que jamás saldrá de eso", mamá se acerca curiosa y hambrienta por las noticias cuando le dicen de quien hablaban.

Y ella me lo dijo a mi.

En ese momento, cuando de sus palabras salieron "Asher fue internado por sobredosis", mis piernas temblaron, me sentía sin aire y con el corazón apretando en mi pecho. Algo parecido a lo que sentí cuando desperté luego de tres días y me dijeron "Kaden y Selene están muertos". Mis rodillas cayeron al suelo golpeándose con fuerza mientras llevaba una mano a mi pecho intentando recuperar el aire.

Las lagrimas en mis ojos quemaban mientras sentía que todo el aire se estaba yendo, los pensamientos de Asher en su sobredosis se mezclaban con canciones de Queen y con los recuerdos de Kaden y Selene.

Escuchaba mi nombre ser pronunciado, pero yo me sentía como si estuviera sumergida en una pileta de la cual no podía salir a superficie, sentía que podía hundirme mas y mas mientras que lloraba y me abrazaba a mi misma.

—Necesito verlo.—pedí viendo a mamá.—Déjame ir.

Ella no quería dejarme ir, pero al cabo de unos minutos tras mi insistencia lo acepto. Mi corazón golpeaba con fuerza en mi pecho mientras que mamá conducía en el auto, cerré los ojos con fuerza mientras que intentaba distraerme. No quería recordar el accidente de hace unos meses, no quería pensar en Asher internado.

Al llegar a la clínica, pude distinguir a sus padres y a su hermana, el olor a limpieza de la clínica era demasiado fuerte, sin contar que a pesar de estar en un pasillo blanco, todo lucía tan gris. El padre de Asher tenía un rostro serio y molesto murmurando algo, mientras que su madre tenía sus ojos llenos de lagrimas y su hermana era la única que nos había mirado.