13. La disputa por el trono

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Ying Kong Shi se ofreció a sí mismo como nuevo candidato viable a ser el próximo Rey de Hielo. Esto ocurrió a raíz de una discusión acaecida en el salón del trono e incitada por Lian Ji.

—Ka Suo ha perdido sus poderes; además, todos saben que está enamorado de una mortal. Ya no es apto para ser nuestro gobernante —soltó la madre de Shi en un tono venenoso.

—En el banquete de hoy, anunciaré a Ka Suo como nuestro futuro rey —aseveró el Rey de Hielo—. ¿Cómo podría estar enamorado de una simple mortal? Debe casarse con quien dictamen las tradiciones.

—Está siendo terriblemente injusto con Ka Suo, padre —aseguró Liu Mai, crispando los puños—. Tal como su padre lo fue con usted.

—¡Basta de tolerar tus insolencias, Liu Mai! ¡Sal del salón! —ordenó el monarca de modo furibundo, a lo que la princesa se retiró con pasos rápidos—. ¡Y no quiero ver a la Enviada del Guardián por aquí!

—Padre, usted no puede hacer eso —intervino Shi—. Li Luo ha pasado por mucho junto a nosotros. Su contribución en esta guerra ha sido fundamental. Excluirla les daría una terrible impresión a los líderes de las tribus.

—Shi tiene razón —apoyó la reina, y su esposo cedió.

La posterior angustia demostrada por Ka Suo ante la imposibilidad de volver a ver a Li Luo y lo sucedido con Liu Mai dieron pie a que Shi declarara en la siguiente reunión:

—Padre, mi hermano perdió sus poderes. Un rey incapaz de proteger a su pueblo jamás será aceptado. Permítame ser el siguiente Rey de Hielo.

Una sonrisa de satisfacción se pintó en los labios de Lian Ji, porque eso era justo lo que ella deseaba que sucediera. Ante la insistencia de Shi, el gobernante les otorgó a ambos príncipes un par de esferas de hielo vivientes, diciéndoles:

—Estos Núcleos de Hielo deben ser alimentados con la sangre de los descendientes puros de la Tribu de Hielo. Su crecimiento será una prueba de sus capacidades y pertenencia a la tribu. El que tenga un mayor tamaño, será quien pase esta prueba.







[...]






Con el transcurso de los días, el Núcleo de Hielo de Ka Suo iba creciendo adecuadamente, mientras que el de Shi era deforme y enfermizo, haciéndolo sospechar que él no era un legítimo descendiente de la Tribu de Hielo. Sin embargo, se abstuvo de hacer comentarios al respecto, excepto a su madre.

Liu Mai le hizo una breve visita a Ka Suo, admirando el tierno Núcleo de Hielo creciendo a buen ritmo. Acababa de morder a Lan Shang; pero Liu Mai pudo tomarlo en sus manos y acariciarlo sin problemas.

Ge, ¿te encuentras bien con esta situación? —preguntó la princesa con expresión preocupada—. No has podido ver a Li Luo, y ahora tienes que competir contra Shi.

—Le cedería el trono con mucho gusto a Shi —se sinceró Ka Suo—. Lo único que deseo en este momento es ver a Li Luo.

—Entonces, ve a verla.

—Eso sería ir contra las órdenes de padre.

Liu Mai alzó la barbilla.

—¿Y qué? Nuestros corazones no han aprendido a respetar reglas absurdas. Si vas, yo te cubriré con padre.

Ka Suo negó con la cabeza.

—Será mejor que no te metas en problemas, Liu Mai.

La princesa lo dejó por incorregible y se dirigió hacia la habitación de Shi, quien ocultó de inmediato su Núcleo de Hielo.

La Princesa de Hielo entre redes de sueñosWhere stories live. Discover now