Temer por la muerte

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La capa blanca de su traje se perdía sobre el pelaje medianoche de Bax mientras sujetaba las riendas con fuerza tras sus guantes de cuero del mismo color que la capa.

―Lanzas con reborde de esmeralda―dijo Melione para llamar la atención de su pareja.

―¿Eh?―dijo saliendo de sus pensamientos.

―He adivinado lo que piensas, es normal dado que soy la mejor humana que has conocido nunca.

Nathair se rio tras su momento de confusión.

―Hace tiempo que dejé de pensar en armas afiladas. Ahora mismo estaba pensando en parar y comer algo.

Melione sintió su estómago gruñir agradeciendo las palabras de su pareja.

―Entonces mejor que paremos y tomemos algo. Debe de ser ya medio día y hemos salido con el alba.

Nathair detuvo a Bax y se bajó de su corcel. Melione imitó sus movimientos y bajó de su yegua. Ambas ataron a los caballos a la rama de un árbol, y ella le apartó un mechón rubio a Nathair que se había escapado de su recogido.

―Siempre tan atenta―puntualizó la hembra rubia.

―Es imposible apartar la mirada de ti.

Melione contempló fascinada como las mejillas de su pareja se tornaban de un color rosáceo. Se acercó pausadamente a ella y le besó la mejilla con mimo.

Después se apartó y se dirigió a un fardo que portaba Coghad en uno de sus costados.

―Creo que nos podríamos sentar ahí ―señaló un lugar donde el terreno era plano.

―Déjamelo a mí―le guiñó el ojo.

La magia de Nathair la rodeó como una tierna caricia mientras los objetos de los fardos salían volando y se colocaban sobre un mantel, bastante grande para que se pudieran sentar las dos más los manjares que las acompañaban. Cuando estuvo todo preparado, gracias a la magia, ambas se sentaron para comer.

Se colocó sobre la tela y cogió una manzana roja que estaba dispuesta con las demás. La limpió con la manga de su camisa y se la llevó a la boca. Una explosión de dulzor le invadió las papilas gustativas, aún no se había acostumbrado a los sabores penetrantes de los alimentos de las tierras inmortales y jamás lo haría.

―Comes como una cerda ―dijo su reina riéndose.

―Y tú eres demasiado sofisticada, ¿en serio estás bebiendo vino ahora?

―Nunca es pronto para beber vino, ni un mal sitio.

―Jodida perra inmortal borracha―respondió con sorna.

―Maldita cerda humana―bebió de nuevo de su copa mirando a Melione con picardía.

―Zorra.

―Puta.

―Bastarda.

―Desviada―Nathair apartó la mirada sonriendo.

―Eh, si yo soy una desviada tú lo eres más―dijo riéndose.

―La salida de tus padres fue muy graciosa.

―Para ti, que tuve que matarlos ―le quitó la copa de vino de las manos.

―¡Eh! hay más. Búscate el tuyo―intentó coger la copa de sus manos, pero fue inútil.

Melione se acabó la copa ahogando el mal recuerdo. Después se limpió la comisura de la boca con la manga y se la tendió a Nathair.

Trono de escamas y almas perdidas [Legado Inmortal 1]Where stories live. Discover now