La muerte es un secreto

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Melione se encontraba en una habitación oscura donde la única iluminación que había procedía de varios candelabros que estaban depositados en el suelo, haciendo un semicírculo al lado de la cama

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Melione se encontraba en una habitación oscura donde la única iluminación que había procedía de varios candelabros que estaban depositados en el suelo, haciendo un semicírculo al lado de la cama. En el colchón de color rojo oscuro estaba Nathair tumbada apoyando la cabeza sobre la almohada mientras la miraba de lado.

―¿Que hacéis en mi habitación?

La joven apartó la vista mirando las paredes oscuras y los muebles de aquella habitación que estaban llenos de polvo, se notaba que aquella estancia llevaba tiempo sin recibir invitados.

―Soy la reina, puedo ir donde quiera. Y esta era la habitación de mi hermano más mayor.

―¿Porque me habéis trasladado aquí?

―Para estar más cerca de vos.

Nathair se levantó del colchón, llevaba un vestido lencero de color crema. Era tan cortó que Melione podía ver el comienzo de sus largas piernas de color marfil. La reina se acercó a ella y rodeó su cuello con sus manos, pero no presionando su piel sino acariciándola.

Melione cerró los ojos mientras la hembra la acariciaba y notaba como las yemas de sus dedos subían hasta su mandíbula haciendo que su piel se erizase ante aquel íntimo contacto. Uno de sus finos dedos llegó hasta sus labios y acarició el inferior con mimo. Ella sacó la lengua y lamió delicadamente la piel de Nathair.

La inmortal siseó ante el placer que le daba notar la lengua de Melione sobre su piel, pero separó la mano.

La joven abrió los ojos y contempló como Nathair se inclinaba hacía ella y acercaba su boca a su cuello. Sintió su corazón golpear con prisa contra su cuerpo mientras notaba la humedad que dejaban los besos de la rubia contra su piel. Cerró los brazos tras su espalda y notó la suavidad de la tela que cubría a la reina, aunque en aquel momento no quería que hubiese ninguna tela.

Nathair seguía besando su cuello y bajando su boca hasta llegar al comienzo de su vestido, con sus manos fuertes y poderosas rasgó la tela y su vestido cayó al suelo. Ella bajó hasta el comienzo de uno de sus pequeños senos y siguió dejando besos delicados sobre su piel.

Melione sintió como le temblaban las piernas y la sangre le bullía al notar los dientes de Nathair sobre su pezón.

―Nathair ―dijo en un jadeo mientras dirigía la mirada hacía la reina.

―Su majestad ―le corrigió ella mientras le mordía el pezón a modo de castigo.

―Su majestad― repitió.

La rubia acarició la parte baja de su espalda mientras seguía haciendo círculos con su lengua. Melione sintió como crecía la humedad entre sus piernas mientras sus sentidos se mezclaban y una cascada de emociones la traspasaba.

―Esta va a ser la primera vez que me inclino ante alguien ―dijo en un susurro.

Entonces comenzó a bajar dejando lametones sobre el abdomen de Melione y clavando sus uñas contra la piel de sus nalgas. Se quedó de rodillas delante de ella, con una pequeña orden de sus manos hizo que Melione abriera las piernas e introdujo uno de sus dedos dentro de ella.

Trono de escamas y almas perdidas [Legado Inmortal 1]Where stories live. Discover now