TRES

16.7K 2K 470
                                    

—Está bien, se esforzó demasiado y su cuerpo no pudo aguantarlo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Está bien, se esforzó demasiado y su cuerpo no pudo aguantarlo. Con unos días más de descanso se recuperará por completo. —Escuché las palabras llenas de alivio en cuanto mis sentidos volvieron a mí y abrí los ojos. El mismo techo blanco que había visto anteriormente, me recibió.

Me incorporé de repente y miré con los ojos abiertos, casi en pánico, como la pequeña figura de mi madre y la esbelta de mi nodriza se arremolinaban en torno a un hombre anciano. Sentía la garganta seca y los párpados pesados, pero eso no me impidió sentarme.

El médico fue el primero en percatarse de que había vuelto en mí y se acercó dando grandes pasos en mi dirección. El rostro de ambas mujeres parecía aliviado.

—¿Cómo está ella, doctor? —preguntó Margot y dio un paso adelante.

—Unos días más de descanso y estará todo perfecto. —Sonrió y pasó su mano sobre mi cabeza—. Ten más cuidado la próxima vez, pequeña señorita.

Quizá fuera por la sonrisa en su rostro o porque yo estaba demasiado emocionada, asentí casi con violencia antes de sonrojarme.

—¡Eso es bueno! —Mamá se rio en un suspiro y dejó que Margot se encargara de despedir al hombre que ya había juntado todas sus pertenencias en un pesado maletín—. Enviaré una carta para avisarle a tu padre.

Todo el buen humor que había reunido en esos cortos minutos se esfumó tan pronto como lo dijo y la sangre que apenas me había vuelto al rostro, desapareció.

—No... no quiero... no quiero... no quiero... —Me atraganté con mis propias palabras y tiré del vestido de mi madre con urgencia. Su rostro desconcertado se había llenado de preocupación y extrañeza.

—Florecita... tú...

—¡No! —Volví a repetir y sentí que los labios me temblaban y que las manos me dolían por la fuerza que estaba ejerciendo. Sabía que no era razonable comportase así y que la confusión en sus ojos era normal; porque yo, que amaba a mi padre y lo seguía como un pequeño perrito, ahora lloraba esperando que nunca regresara.

Su sola mención provocaba amargos y dolorosos recuerdos. Ese hombre había sido una de las causas principales de la miseria de mi madre y también, me recordaba que mientras yo me quemaba en la hoguera, sus ojos no habían temblado ni una sola vez.

Aún seguía negando cuando el sonido de pies apresurados pasó por la puerta como envuelto en un tornado. Desde mi posición, pude ver la infantil cara de Bastian, mi hermano mayor. Su repentina aparición cortó con todo lo que hasta el momento había estado haciendo y pensando y una bocanada de aire caliente me llenó el pecho ahogándome.

Mis manos viajaron hacia mi boca e intenté cortar el doloroso acceso de tos antes de sentir como una mano me palmeaba la espalda.

Incluso antes de poder treparse a la cama, su pequeña mano se había estirado en mi dirección y sus ojos platinados se llenaron de preocupación. Yo lo miré en silencio, todavía sorprendida.

Fleur: Memorias del tiempo [DISPONIBLE EN AMAZON Y LIBRERIAS]Where stories live. Discover now