Los ojos negros de Evans.

5.1K 203 13
                                    

-Poe.

Levanté la cabeza al escuchar mi nombre.

-¿si?- pregunté

-¿Podría decirnos su opinión respecto del tema de los átomos?

-Claro, los átomos no existen. Bueno, quiero decir, no pueden verse por un microscopio, ni ningún tipo de tecnología. Aunque hay muchas teorías que "desmuestran" que existen.

La señora Evans no me miraba con muy buena cara.

Mis compañeros tampoco.

-listilla.- oí decir con tono despreciativo al de atrás.

Ni siquiera giré la cabeza. Lo ignoré, como siempre.

Tocó el timbre y recogí mis cosas. Tendría que cambiar de mochila. Siempre se me rompían. Como mínimo tenía unas tres mochilas por curso. Mamá siempre me reñía. Pero yo realmente las cuidaba.

Mala suerte, supongo.

Cuando iba a salir de la clase la señora Evans me llamó.

Me acerqué a su mesa y con mucho misterio me dijo.

-Mira, puede que cuando estés en tu mundo estés atendiéndome también, aunque no sé cómo puedes hacerlo, me sentiría más cómoda...

Dejé de escucharla, de pronto, la pupila de su ojo derecho comenzó a deshacerse, o expandirse, no sé.

Era muy extraño, como si se hubiera roto y el negro de sus ojos se extendiera.

Comenzó a ganar terreno y a llenar sus ojos azules de un negro intenso, hermoso, oscuro... extraño.

-Poe.- me sobresalté al escuchar mi nombre.- ¿ves? A esto me refie... ¿se encuentra bien?

Evans me miraba como si estuviera a punto de morirme o algo.

-lo siento, me ha dado un bajón de azúcar. Tengo que ir al baño. Siento si la ha molestado algo en su comportamiento.

Corrí hacia el baño lo más rápido que pude, con lo que las náuseas aumentaban.

Cuando llegué al baño solo tuve arcadas, nada más.

Y me tranquilicé.

Yo suponía que había sido al estudiar tanto, fruto del cansancio.

Al final del día me encontré con mi mejor amiga, Cele.

-hola.- me saludó entusiasmada.

-ey. ¿Cómo ha ido el día?

Hablamos durante un rato y después cada una tomó su camino a casa.

Preferí no explicarla lo que me había pasado durante el día.

No quería preocuparla.

Mi amigo imaginario.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora