La vida es tan monotona. Si tuviera la opcion de cambiar todo, lo mas probable es que lo haria, excepto una cosa, los platillos del "Baratie"
~Platillos que enamoran~Sanji y tu~ Una historia para que te emociones, te sonrojes y sientas que vuelas en...
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Sanji
Yo no sabia que pensar de todo esto. Otra semana había pasado como nada. Luego del lunes, T/N parecía mas tranquila, relajada, como si todo lo que semanas atrás la atormentaba se fuera de golpe. Dudé, pero no lo pensé de mas. De pronto esa apuesta que era algo nuevo para mis días se convirtió en una rutina, en algo habitual. Verla quejarse y exclamar exageradamente se convirtió en una de mis cosas favoritas. A menudo me preguntaba si a ella también le gustaba todo esto que planeamos sin planear, esta extraña pero agradable relación.
Luego de que se cortara la ayudaba de vez en cuando a cambiar la venda cuando iba a llevarle el desayuno. Fue así que la semana paso tranquila, entre nuestras charlas, sus burlas, y entre todo, el trabajo, el cual últimamente me parecía lo menos importante, la salsa a parte no había vuelto, pero de cierta forma, eso era lo que menos me importaba. Algo no me dejaba de rondar por la cabeza, no entendía. Si T/N estuvo con ese problema toda la semana anterior, ¿Cómo es que luego de aparecer con la mano cortada todo parecía solucionado?
Suspiré mientras cerraba la puerta detrás de mi antes de escuchar como la puerta del ascensor se abría. Sus pasos siempre eran livianos, casi ni se notaba que ella estaba allí, pero de alguna forma sabia que era ella la que había bajado del ascensor. Por un momento pensé en volver a abrir la puerta para saludarla pero escuché su voz.
_¡Esta hecho!- Su tono parecía tranquilo y tan alegre como los últimos días, pero ¿a que se refería?- Pues claro. ¿Para que te mentiría?- Su tono no parecía mentir... aunque no sabia precisamente sobre que... Negue con la cabeza pensando que no era correcto escuchar las conversaciones ajenas antes de voltearme decidido a adentrarme en el apartamento.- Si. Ya lo sabes, yo puedo. Pero debo colgar. Nos vemos mañana.
Por un momento me pregunte con quien hablaba. "¿Para que te mentiría?", ¿Para que mentirías, T/N? ¿Qué es lo que ocultarías si mientes? No pude escuchar nada mas del otro lado, y por un momento, el ambiente se lleno de simple silencio. Pasaron unos segundos antes de escuchar un suspiro y el timbre de mi departamento haciendo que me sobresaltase.
Era T/N, no había duda, Pero... ¿Por que tocaría la puerta si acababa de volver? Dudé, si abría la puerta sin esperar se notaria que estaba escuchando su conversación. Lamenté haber escuchado, eso no era para nada caballeroso de mi parte. Tomé mi rostro entre mis manos. "Me ganare tu confianza", eso fue lo que dije, entonces, ¿Por qué escuche mientras ella hablaba por teléfono? Esto estaba mal, la invasión a su privacidad era algo totalmente descabellado. Quería que ella aceptara contarme las cosas, no tener que espiarla para saber.
Escuche un suspiro nuevamente del otro lado de la puerta, lo había olvidado. Abrí y la vi parada frente a mi. Tenia la mirada agachada, parecía estar metida en sus pensamientos. Sus ojos parecían perdidos y no tenían los colores llamativos que habitualmente tenían, parecían abrumados, o realmente no sabia como explicar su mirada. Ella parecía no notar mi presencia incluso aunque la puerta crujió al abrirse. "¿Para que te mentiría?", volví a recordar sus palabras. "¡Esta hecho!", "Pues claro", "Si. Ya lo sabes, yo puedo.", su voz sonaba alegre hace un momento, entonces...¿Por qué esos ojos me decían todo lo contrario?
Posé mi mano en su hombro sintiendo como ella se sobresaltaba y viendo como alzaba rápidamente la mirada hacia mi. En ese precisó momento en el que nuestros ojos conectaron pude percibir el miedo en su mirada, parecía alterada antes de notar que era yo y bajar su guardia.
_¿Esta bien, Ma'am?- Ella soltó un suspiró. Toda esta situación me daba mala espina.
_S-si. Si, estoy bien.- Respondió casi normalmente pero en el fondo de su voz se notaba quebradiza.
_¿Paso algo?- Pregunté viendo como ella me miraba atentamente, como si estuviera pensando una respuesta antes de abrir su boca.
_No, no, no paso nada.- Ella negó rápidamente con la cabeza.- Solo... Me preguntaba si podrías ayudarme a vendarme otra vez.- Ella Pregunto mientras alzaba su mano para que la mirara. Estaba realmente lastimada, como si algo hubiera vuelto a abrir la cortadura. La miré extrañado.
_¿Eh? Pero si...- "Pero si ayer la había vendado bien... ¿Cómo sucedió?".
_Se ve mal. ¿No?- Ella me interrumpió hablando vagamente mirándome con una media sonrisa forzada.- Enganche la venda con la puerta principal y se cayo.- Aclaró.
_Yo no...- "Yo no dije eso... Realmente eso no importa. Pero debió doler mucho engancharse con la puerta, seguramente también fue complicado... ¿Eso realmente pasó?". "¿Para que te mentiría?", Creo que más personas además de mi se preguntaban eso.
_Tus ojos lo dicen todo, Sanji.- Habló. Si mis ojos dicen todo, quiere decir que no están diciendo lo que pienso.- Perdón si te interrumpía con algo.
_N-no... No estaba ocupado con nada.- Le respondí antes de abrir la puerta para que entrara.- Pasa.- Hablé antes de adentrarme un poco mientras ella me seguía por detrás.
Y llegamos a la cocina. Ella se sentó en la primera silla de la mesa y se quedó allí, callada y dejando su mirada vagar por el lugar hasta que llegue allí con el botiquín. Saqué las cosas pero ella de todas formas seguía con un rostro inexpresivo. Quería preguntarle, pero, "no paso nada", ella no quería contarme. No parecía ser el momento más indicado...
El silencio inundó el lugar, algo que nunca había pasado en nuestras conversaciones, pero era un silencio extraño. No era incómodo, pero tampoco agradable, por lo menos para mí. Ella solo parecía seguir pensando en algo mientras la vendaba nuevamente.
Esta había sido una semana agradable, con nuestras charlas y otras cosas. Ella no quería contarme lo que le sucedía y era...totalmente entendible, en este momento simplemente estaba agradecido de que, por lo menos, me pedía ayuda para algo. No me importaba que mintiera, no me importaba que ocultara, ni que no quisiera hablar de este problema, podía esperar...a que ella quisiera decirme.
