21

1.2K 133 260
                                    

Muchas gracias a las personas que se molestaron en comentar en el capítulo anterior.

He decidido que no voy a dejar de escribir y publicar Joerick :)

¡Y ahora quiero veros a todxs comentando a lo largo del cap! Amé ver a tanta gente interesándose y, bueno, leeros es lo que más me gusta de todo esto así que... Here we go!

(además, pronto viene el drama...)

Os quiero, cuidaros mucho xfis.

Sincerely, Carla <3

_____________________________

Esa mañana, Erick despertó en una cama desconocida, entre sábanas que mantenían el aroma de una unión propia y con unas caricias a las que él se tachó de adicto. 

Al abrir sus fanales, un rayo intenso de luz se coló desde la ventana y atravesó las cortinas níveas y transparentes hasta llegar a él, haciéndole pestañear varias veces para acostumbrarse. 

Cuando detectó que estaba en la habitación de Noah, que las sábanas le hacían cosquillas en la piel desnuda y que el hombre frente a él seguía acariciando sus hebras, Erick emitió un diminuto e imperceptible murmullo y buscó el calor entre el hueco que durante la noche había creado en el colchón. 

Joel le regaló una pequeña sonrisa, totalmente vestido y a un lado, agachado para quedar frente a su rostro. 

Erick frunció un poco el ceño y le dejó continuar con las caricias por algunos segundos, mientras batallaban para ver quién hablaba primero. 

Fue él quien decidió hacerlo, con voz ronca y rasgada digna de pocas horas de descanso. 

—¿Por qué te has levantado? 

Joel respiró profundamente e inclinó una rodilla contra el suelo para estar más cómodo. Su mano se encaminó por la piel de Erick; la piel que ya conocían sus dedos, que ahora se deslizaron hasta terminar bajo las sábanas, en sus costillas. 

Esa mañana, Joel parecía un poderoso ángel. Un querubín, quizás. 

Erick se preguntó seriamente si era así en cada despertar, o si la flecha de cupido le había flechado lo suficiente para no ver imperfección existente. 

—Tenemos que llevar a Noah al colegio... 

—¿Está despierto?— se apresuró a preguntar, incorporándose incluso. 

Joel lo detuvo con delicadeza y negó con la cabeza. 

—No. Sigue durmiendo, pero será mejor que lo despertemos ya. 

—Sí, yo... Dame un segundo. 

Erick se inclinó hacia delante y desnudó la habitación con la mirada en busca de su ropa. 

Joel le regaló una sonrisa y alzó una muda limpia, que incluía una de las muchas sudaderas que compartían, unos pantalones cómodos y ropa interior nueva. 

Él sacó una mano de entre las sábanas y las aceptó, sintiendo como sus mejillas se calentaban ante la mirada inquisidora de Joel. 

—Voy a despertarlo— anunció con una sonrisa pícara burlando sus labios—. Tú sólo vístete. 

Y dicho eso, se levantó de vuelta, pasó la mano entre sus rizos para domarlos hacia atrás y salió de la habitación. 

Erick se tumbó sobre la cama y respiró profundamente. 

Arkhé || JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora