Epílogo.

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Dos te amo.

Había perdido la noción del tiempo y volví a casa a las cinco de la mañana. Cuando mamá me vio llegar simplemente me abrazó como nunca antes lo había hecho.

Harry y yo habíamos pasado una noche inolvidable, completamente mágica. Tal y como la había imaginado.

Había sido tan especial que me había olvidado por completo que viajaría hoy con destino a Nueva York. Con destino a mi nueva vida en la universidad.

Tenía las maletas listas, solo me faltaban los ánimos y las ganas de irme.

Me alejaría de todo lo que conocía y comenzaría una nueva vida con amigos nuevos.

Extrañaría mi casa, mi cama, mi familia y mis amigos. Extrañaría el amor, las caricias en el hombro y los besos en los labios de Harry.

¿Él me escribiría todos los días tal y como lo prometió? ¿Se mantendría llamándome desde aquí? ¿Me visitaría para las fiestas?

Realmente no lo sabía.

-       Vamos, cariño, toma un baño. -sugiere mi madre quitándome la chaqueta grande de cuero de Harry. - ¿Estas bien? ¿La pasaste bien?

Lo había pasado de lo mejor.

Había conocido a la madre de Harry, Anne, cuando fuimos por algunas cosas de él a su casa. Ella fue muy amable y me contó que Harry había hablado de mí todo un mes.

Al final terminamos viendo una película en auto cinema en las afueras de la ciudad y luego hicimos un picnic encima de su auto.

-       ¿Acaso tienes... chupetones?

Cubro automáticamente mi cuello con la mano y camino en dirección a la ducha. -No, claro que no ¿Qué locuras dices?

En realidad, si los tenía, era consciente de ellos cuando me vi en el espejo del auto de Harry.

Seguro estaba durmiendo ahora y era mejor así, de todas formas, no esperaría que llegara a verme antes de irme.

Con la mano en mi cuello cerré la puerta del baño detrás de mí y por fin pude soltar todo el aire contenido en mis pulmones.

Me miré al espejo y pude notar que era un completo desastre.

Mi vestido perfecto estaba completamente sucio, tenía el cabello desordenado por el viento y el maquillaje se había desvanecido casi por completo.

Me pregunto como Harry antes de dejarme en casa no me dijo que lucía horrible.

¿Seria cierto que siempre ves hermosa o hermoso sin excepciones a alguien que amas? Probablemente.

Abrí la regadera y temperé el agua lo mejor que pude para por fin quitarme el vestido sucio.

Lo único que quería era sumergirme en la bañera por dos o tres horas, pero la realidad era que tenía que hacerlo en tiempo récord.

Primero el baño, luego el desayuno y finalmente el viaje en avión.

|...|

Tía Rory, mis hermanos y mi madre me regalaron muchos chocolates para cuando abordara el avión.

No quería llorar y ellos tampoco querían hacerlo. No queríamos crear un ambiente muy sentimental. La regla era que no miraría atrás cuando estuviera caminando hacia el avión.

-       No queremos que te vayas, Anna. -me dice Billie jalándome el brazo derecho.

-       Sí, no queremos que lo hagas. -John jala de mi otro brazo.

Té para dos |H.S. & N.H.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora