23. ¡Sorpresa!

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Mi castigo había llegado a su fin y era tiempo de ir a casa.

Harry, por su parte, regresó a la ciudad un día antes para evitar conflictos con mi madre furiosa. Antes de irse me besó como nunca antes lo había hecho y me juró eterno amor en frente de los caballos, vacas y gallinas. No era el ambiente más romántico del mundo pero lo hizo con toda la sinceridad del mundo, pude verlo en sus ojos.

Mi tía, por supuesto, cuando se enteró que ambos ya éramos novios formales nos felicitó pero no terminó por aceptarlo por completo, me lo dijo en privado cunando Harry finalmente se había ido de la granja con su motocicleta.

Hoy llegaba mi madre a recogerme y ya tenía todo listo para dejar la granja. Al día siguiente tendría que asistir nuevamente a la escuela y la idea no era de mi completo agrado, pero tenía que hacerlo. Además, faltaban unos dos meses para que sea la graduación. Ya no volvería a ver a nadie de allí excepto a Harry... o Niall.

- ¿Se lo dirás? –pregunta tía Rory pasando su brazos delgado y cubierto de seda verde en mis hombros.

- ¿Qué cosa?

- La gran noticia, Annie. –ríe.- Lo de... tu noviecito.

Uh, no. No podría decírselo ahora. Precisamente me mandó aquí para evitar verlo. Seguro le daría un paro cardiaco.

- Oh, entiendo. –murmura lo suficientemente alto para que pudiera escucharlo.- Stella es una aguafiestas, siempre lo fue.

- No siempre... -menciono.

Bueno, no fue una aguafiestas cuando quedó embarazada de mí.

- Esas fueron hormonas, cariño. –bebe de su café sin cuidado y sin mirarme.- Además, quería una manera fácil de irse de aquí y no la culpo.

Aprieto a tía Rory de la cintura apegándola más a mí.

- No diga eso tía Rory. Usted puede venir con nosotros y vivir con nosotros en la ciudad, si usted se siente sola...

- No podría. –me corta.- Los animales me necesitan aquí.

- Los gemelos la aman tanto como yo. –dejo descansar mi cabeza en su pecho y ella acaricia mi cabello.- Solo piénselo ¿Sí?

- Lo haré, cariño. –me dice cariñosamente.- Mira, ahí viene Stella.

Estábamos ambas de pie en el comienzo de la carretera, un poco lejos de la casa de tía Rory. Tenía mis maletas en la mano, estaba lista para dejar la granja pero no lista para dejar a tía Rory atrás nuevamente.

En el corto tiempo que pasé allí me di cuenta que disfrutó mucho mi compañía y la de Harry también, nos divertimos. Ya podía imaginarme como era encargarse de toda la granja sin compañía de nadie en todo el día.

- ¡Pedazo de cielo! –grita mi madre desde su auto.

Ella venía con un pañuelo amarrado en su perfecto cabello lacio.

Mi madre y la tía Stella eran completamente diferentes, eso podía notarse con solo comparar la forma en la que amabas se vestían.

Mi madre se vestía muy elegante siempre cuando estaba fuera del hospital y tía Rory siempre parecía una hippie muy cool.

Diferentes personalidades pero ambas con corazones muy grandes.

Para mi sorpresa cuando ella se estacionó no se encontraba sola en el auto, divisé a Niall sentado en la parte de atrás con unos shorts de mezclilla y camisa amarilla suelta.

Té para dos |H.S. & N.H.|Where stories live. Discover now