12. Castigada.

185 21 4
                                    

Los besos de Harry eran salvajes, majestuosos y completamente explosivos. Por cada minuto que apretaba mi cintura y sus labios se movían encima de los míos sentía un panal de abejas dentro de mi estómago. Harry definitivamente era un excelente besador y yo aún era una practicante. Solo esperaba que él no lo notara.

Movía mis labios a la misma velocidad que los de él, pero harta de estar como una estatua puse mis manos en su cabello desordenándolo por completo. Harry no evitó reírse cuando accidentalmente nuestros dientes chocaron. Intenté pedirle disculpas por mi torpeza, pero él ni siquiera me dejo hablar o respirar porque volvió a besarme con suma destreza.

Sus manos apretaron más mi cintura e hizo que me acercara aún más a él. Inconscientemente le hice un espacio entre mis piernas. Ya no había más espacio que respetar, ambos estábamos pegados el uno al otro.

Sentí la mano de Harry bajar lentamente hacia mi pierna y acariciar esta con sus manos ágiles haciendo que sienta un ligero calor en mi abdomen. Pronto los besos se volvieron más obscenos y su mano comenzó a subir más y más mi falda a cuadros. Entre en pánico. No, no estaba lista aún para esto.

Me separé bruscamente de Harry. –Oye... -solté agitada.- Yo no...

Harry me mira agitado y confundido. Intentaba decirle que no estaba preparada para eso, pero me callé cuando la puerta del baño fue completamente abierta de un solo golpe. Harry y yo volteamos al mismo tiempo en dirección al sonido.

-          Niall... -susurré avergonzada.

De pie y con la mano en la puerta Niall nos observó sin discreción a ambos. Probablemente esto se veía muy mal. Harry traía embarrado labial en todo el rostro, yo traía la falda levantada y Harry aún tenía ambas de sus manos en mis piernas descubiertas. Demonios.

-          Anna, hablaremos de esto en otro momento. Ahora...

-          ¿Por qué tendrían que hablar de esto? –pregunta Harry rudamente.- Entiendo que sean mejores amigos, pero Anna no tiene nada qué explicarte.

-          Harry...

-          No, Anna, no tienes por qué explicarle que estaba sucediendo aquí. No estás obligada a hacerlo.

-          Ustedes dos son solo amigos. –Niall rueda los ojos.- Ahora, por favor, escuchen lo que tengo que...

-          No seremos amigos por mucho tiempo. –Harry nuevamente salta con su tono de voz rudo.- Niall, Anna solo es tu amiga. A-M-I-G-A.

Noto que Niall está comenzando a perder la paciencia porque aprieta la puerta con su mano haciendo que resalten sus nudillos.

Alejo mis manos del cabello de Harry y lo aparto de mí lo más rápido que puedo acomodando mi falda.

-          ¡Tú no sabes nada, Harry! –grita Niall esta vez.

De un solo salto me pongo delante de Harry para que él no avance hacia Niall. Siento el cuerpo de Harry completamente tenso. Mierda. Por favor, que no se arme una pelea aquí.

-          ¿Acaso quieres pelear? –pregunta Harry amenazante.- Sabes que puedo matarte, Horan.

-          ¡Me importa una mierda! –vuelve a gritar Niall.

La mano de Harry se posiciona en mi hombro y luego me hace un lado caminando hacia Niall. Niall se mueve también en dirección a Harry para quedar frente a frente y chocar sus pechos.

Niall aprieta los puños.

Harry aprieta los puños.

Oh, no. Esto está mal.

Té para dos |H.S. & N.H.|Where stories live. Discover now