Capítulo final I

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PARTE I

Mi vida había vuelto a ser la misma de antes.

Los días volaban como el viento y cuando regresé a la escuela era el hazmerreír de todos. Había rumores por todos lados acerca de mí, de mi accidente y de mi ruptura (no clara) con Harry.

Con respecto a Harry, él no me volvió a buscar después de que me dejó sola en mi jardín. Le mandé miles de mensajes para encontrarnos en el pasillo de la escuela, pero nunca respondió ni uno de ellos. Entendía de indirectas y me sentí triste por el "espacio" que él necesitaba, pero no podía evitar sentirme molesta porque era un cobarde, ni siquiera quería probar una relación a distancia. 

Era duro verlo con sus amigos, riendo y bebiendo como si nada hubiese pasado entre nosotros. Por otro lado, también era duro ver a Niall en el pasillo, quería correr y abrazarlo para que todo volviera a ser igual, pero aún muy dentro de mi corazón no lo había perdonado del todo.

Mi única compañera en la escuela era Jazz, como siempre había sido desde la popularidad de Niall y ahora desde nuestra pelea.

Jazz había sido, realmente, un gran apoyo para mí y para mi regreso a la escuela. Sin ella probablemente hubiese llorado por todos los pasillos al escuchar los murmullos cuando pasaba por mis cosas a mi casillero. Los chicos y chicas podían ser muy crueles. Lo había aprendido. Hasta este año no había escuchado tantas veces mi nombre acompañado de un "zorra" o "mujerzuela" dolía y dolía aún más cuando Harry no hacia ni el mayor esfuerzo para aclarar las cosas.

Tenía la esperanza de hablar con Harry el último día de la escuela y cuando tuve la oportunidad perfecta para hablar con él y aclarar todo, él ni siquiera se inmuto, no hizo esfuerzo alguno en querer hacerlo. Lo cual dolió el triple, pero estaba muy cansada mentalmente para llorar por un chico. Internamente ya lloraba porque me alejaría de toda mi familia y amigos por la universidad.

Todas las situaciones en la escuela, con Harry y con Niall me habían traído directamente a donde siempre quería estar para evitar problemas desde el primer momento que ingresé a la escuela: mi cómoda cama.

Hoy era el día del baile y estaba completamente segura de que no iría. Ni siquiera tenía pareja y tampoco tenía los ánimos.

Siempre me imaginé a mí en un precioso vestido largo y una sonrisa en mi rostro el día de mi baile de graduación, completamente impecable y pulcra.

En vez de eso, solo estaba en con pijamas, llena de chocolate y sin una pisca de alegría en mi rostro.

Sip, probablemente este había sido mi año hasta la mitad pues había conseguido al chico de mis sueños, pero haberlo conseguido había traído sentimientos mezclados con mi mejor amigo y por consiguiente un corazón roto producto de dos problemas separados.

Pude haber manejado la situación de una mejor manera. Pude hacerlo. Pero las cosas ya estaban hechas y no podía volver al pasado para poder rehacer todo.

Lamentable, pero cierto.

-       Anna... -mamá abre con lentitud mi puerta haciendo que esta rechine.

Apenas inclino mi cabeza para verla.

En verdad no tenía ánimos de moverme.

Al menos con el pasar de los días mi resentimiento hacia mi madre había pasado. Después de todo era mi madre y tenía que convivir con ella hasta irme a la universidad. Además, para perdonarla la obligué a que le pidiera perdón a tía Rory por todas las cosas hirientes que le hizo y dijo en el pasado. Ella no aceptó al principio, pero luego lo tuvo que hacer para obtener lo que quería: que yo la perdonara.

Té para dos |H.S. & N.H.|Where stories live. Discover now