15. Sol y mar.

166 21 1
                                    

Caminé por toda la habitación muchas veces, repasado mis mismos pasos una y otra vez, intentando captar señal en mi teléfono para que los mensajes de texto enviados carguen y pueda responderlos. Me incliné por la venta alzando mi celular, tenía los pies de puntillas y el pecho apretado por el marco de la ventana.

Estaba por resignarme hasta que mi celular logró alcanzar una barra de señal. Brinqué un poco de felicidad sin soltar el marco de la ventana. Desvié mi vista del teléfono y pude divisar a mi tía Rory hablando con una gallina mientras le acariciaba el pico.

El sonido clásico de una notificación nueva en mi celular llamó mi atención nuevamente. Divisé el nombre de "Harry bonito" como una notificación de mensaje, al igual que tres notificaciones más con el nombre de "Horancito" Me emocioné tanto que solté un pequeño chillido de emoción.

No dude en abrir primero el mensaje de Harry con el máximo esfuerzo, pues aparté la mano que mantenía en el marco para poder abrir el mensaje y me mantuve de puntillas para no perder la única barra de señal en mi teléfono.

De: Harry bonito.

Para: Anna Green.

Vamos a la playa.

¿Acaso Harry había enviado un mensaje que no era para mí accidentalmente?

Mi celular nuevamente suena y vuelvo a dirigir mi atención hacia él.

De: Harry bonito.

Para: Anna Green.

¿Tú tía está hablándole a una gallina?

¿Qué? ¿Cómo es que él...?

-          ¡Annie! –grita mi tía.

Pegue un brinco del susto. Mi celular se desliza lentamente por mi mano, pero afortunadamente con el otro logro agarrarlo a tiempo antes que sufriera una terrible y gran caída.

-          ¡Tienes visitas!

Mi corazón comienza a palpitar fuertemente, tanto que siento el sonido retumbar en mis oídos.

Con sumo esfuerzo logro divisar a lo lejos una moto estacionada y recostado en él a un chico con lentes de sol, sumamente familiar.

-          ¡Se llama Harry! –grita nuevamente mi tía.

¿Harry?

¡Harry!

¿Cómo encontró la granja?

-          ¡Hola, Anna! –su voz hace que todo mi cuerpo vibre.

No puedo evitar morder mi labio por lo lindo que se ve con lentes oscuros. Es todo un sueño, como diría Regina George en chicas pesadas.

-          ¡Tiene planeado llevarte a la playa! ¡Toma mi traje de baño de mi habitación, cariño!

Sin pensarlo dos veces abro mi maleta y escojo un par de shorts de mezclilla con una camiseta sin mangas color blanco. Prácticamente corro hacia la habitación de mi tía y hurgo en sus cajones hasta encontrar su traje de baño.  Este era uno muy lindo y de dos piezas.

Me cambio en tiempo record y antes de salir de la casa tomo mi sobrero de paja y lo coloco en mi cabeza.

Mi tía me sonríe y se acerca a mí con suma paciencia.

-          Es sexy. –guiña su ojos.- Ve con él, Annie. Diviértete, vive un poco.

-          Por favor no le cuentes esto a mi madre.

Té para dos |H.S. & N.H.|Where stories live. Discover now