Empiezo a enviarles la información.

-Hoy Nicole esta de los nervios - le digo.

-Sí, tiene mucho trabajo aparte de los que hace en la empresa.

-Es una ambiciosa, con el sueldo que se carga en esta empresa en más que suficiente- mi madre me lanza una mirada de desaprobación.

-Quien lo dice, te recuerdo que también tienes negocios aparte de la empresa. Y los dos son unos ambiciosos.

-Antes no teníamos nada y miranos ahora- extiendo los brazos hacia los costados y señalo la oficina.

-Estoy muy orgullosa de ustedes, fueron afortunados en que el banco les preste el dinero para empezar con su micro empresa- pongo mis ojos en la pantalla de la laptop. Si mi madre supiera que el banco no me dio el préstamo, me mataría.

-Sí fue una suerte y ahora somos una empresa con varias cadenas de boutique- las personas con mucho dinero viene para acá, directo a nuestras oficinas porque es el único lugar donde encuentran a la diseñadora y a su confeccionista osea mi madre aunque ambas se encargan de confeccionar.

Una vez que mi madre se marcha, bajo al piso 2 y ahí se encuentran todos cosiendo, el ruido de la maquina no cesa ni con mi presencia más bien aceleran el ritmo, unos cuantos hombres también trabajan con nosotros para ser exactos sólo 5. Y todos absolutamente todos hacen muy bien sus trabajos. El supervisor se me acerca.

-Buen día señor.

-¿Cómo están las cosas por aquí?- le pregunto.

-Todo bien- doy una vuelta y luego vuelvo a mi oficina.

Mi madre cancelo el almuerzo porque debe de revisar unas cosas con mi hermana en la boutique que tenemos en el norte de la ciudad de Argentina. Pronto nuestras cadenas estarán fuera de la ciudad.

Son las 6 y ya todos se han ido a casa, mi secretaria me avisa que ya se va y es a la única que respeto porque es una mujer casada aunque eso no le impide que me lance una mirada coqueta de vez en cuando pero siendo honesto prefiero una libre y sin problemas.

Rosa esta recogiendo sus cosas y se ha cambiado su vestuario lleva puesto una falda corta y blusa con escote en la parte trasera.

-¿Estuviste con demasiado trabajo?- sobresalta al escucharme.

-Señor Narváez- se lleva la mano a su pecho, así hermoso pecho.

-¿Tiene una cita? Si es así lo dejara con la boca abierta.

-No, me voy a mi casa.

-¿La llevo?- le pregunto.

-Claro- acepta como lo supuse.

-Vamos- extiendo la mano. Ella sonríe y camino detrás de ella.

Subimos al coche.

-Tiene un hermoso auto- se abrocha el cinturón- y es muy cómodo- alza las cejas y entendí esa indirecta.

-Por supuesto que lo es- le guiño un ojo. Se le escapa un suspiro.

Le pido la dirección de su calle y me la da.

-¿Puede poner música?- enciende la radio sin haberle dado autorización.

-Supongo que es atrevida- la fulmino con la mirada.

-No tiene idea de cuanto.

-Lo he notado.

-Señor Narváez ¿usted no tiene novia?

-No ¿y usted tiene novio?

-No y es una estupenda coincidencia que seamos solteros- añade con una sonrisa pícara.

Devuélveme El Corazón.Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang