Epílogo II/II

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Le gusta el reflejo que el vidrio de la ventana le da, pero aún así es imposible calmar los nervios que remueven su estómago.

- Estás muy guapo, tienes tiempo para huir.- Natasha lleva un radiante vestido azul y sus ojos se ven más brillantes que nunca.- Puedo programar un vuelo de inmediato, si quieres.

- Nat, no me asustes más.- se queja. Limpia la fantasmal pelusa que ensucia su traje blanco.- Bien, estoy listo.

La pelirroja se burla un poco más de él y bajan del auto, deben subir quince escalones para ingresar a la bella capilla que Tony ha conseguido en Nueva York.

- ¿Estás seguro, Peter?- Natasha le detiene antes de entrar.- Estás sudando y te ves pálido, ¿todo está bien?

No, nada esta bien. Ni en sus más locos sueños imagino que después de catorce años se casaría con el solitario adolescente que conoció en la laguna.

- Siento que hago el ridículo.- confiesa.- Un traje blanco, caminar al altar y todo eso, ¿Qué estoy haciendo? Es mi segundo matrimonio, Natasha.

- Eso es muchísimo mejor, ya sabes que es lo que te espera.- trata de ayudar su mejor amiga.- Peter no te diré que todo estará bien, porque es Tony quien está al otro lado del pasillo, pero podrás con eso, cariño.

- Eso no me ayuda, ¿sabes?- esta feliz, claro que sí, pero los nervios no le dejan respirar.- ¿Sí lo arruino?

- Ustedes dos se han hecho todo lo posible por arruinarlo.- argumenta la pelirroja mientras se colocan en la puerta de la capilla.- Pero henos aquí.

Se mintieron, se golpearon, se humillaron, tuvieron planes de venganza el uno contra el otro y aun así duermen en la misma cama desde hace cuatro años, porque descubrieron que no pueden estar el uno sin el otro.

- Creo que es el momento adecuado de devolverlo.- Natasha infla su pecho y extiende la mano.

- ¿Devolverlo?.- en su palma cae el dije de mariposa que una vez Tony puso en su cuello.

- Pensé en tirarlo, como me lo habías pedido.- aclara.- Pero el fugaz pensamiento de que tú y ese tonto volverían a estar juntos se hizo presente.

Mientras calma sus eléctricos nervios la pelirroja coloca la finísima joya en su sitio. Limpia una vez más sus manos y llena sus pulmones de aire, está listo para entrar y finalmente estar con Tony.

- ¡Que bueno que ya están aquí!- James salido de un costado de la capilla.- ¿Por qué no han entrado? Todos les están esperando.

- A eso íbamos.- responde Natasha.- ¿Listo?

- No.- con una mano hace presión en su estómago.- Siento que es demasiado.

- Peter...- le llama James.- ¿Quién está del otro lado?

- La persona que más amo en todo el mundo.- contesta de inmediato.

- Respira profundo, porque la persona que más te ama, te está esperando del otro lado.- le conforta.- Todo saldrá bien.

Asiente. Se recompone y sonríe, esta terriblemente nervioso y en misma cantidad emocionado, no puede creer que después de tantas vueltas ahora esté donde siempre debió estar.

James abre las puertas de par en par y avanza. Natasha deja un beso en su mejilla y también avanza. La música suena lentamente y camina.

Sus escasos invitados se han girado a verle. Todos sonríen y asienten silenciosamente, todos están de acuerdo que es el paso correcto.

Esta Harley y el acompañante de esa noche. También esta Rhodey con su elegante traje y guarda el espacio que Natasha ocupara. Esta Pepper, obviamente, porque finalmente entendió que Tony siempre hace lo que quiere y lo que él quiere es a Peter, así que la pelirroja no tuvo más que resignarse.

Una historia sin final. [STARKER]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora