En mi sangre.

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- Todo listo, señor Parker.- el piloto le anuncia que puede abordar.

Su pecho esta por explotar por la fuerza con la que su corazón palpita. Un nuevo viaje y un nuevo inicio de vida. Otra vez.

Parece ser que nada es para siempre en su vida. Todo lo bueno que ha tenido se le ha extendido por pequeños períodos de tiempo, su papá, su mamá, Steve, Tony.

Construir y desconstruir parece ser la única constante que le rodea. Pero esta bien, le gusta. Empezar de cero siempre es algo bueno.

Acomoda su abrigo por última vez e inicia su marcha a la escalera, el cambio de su vida le espera y esta listo. Podrá con eso.

A pesar del fuerte ruido que generan los motores del Jet puede oír las llantas rechinando contra el asfalto y ve el llamativo auto de Tony acercase a el.

No sabe que esperar. Así que se queda paralizado a un escalón de llegar a la puerta, no quiere hacerse ilusiones y a lo mejor Tony solo ha llegado ahí porque se le ha olvidado algo.

- ¡Peter! ¡Espera!- apenas lleva un sudadero y sigue en calcetines.- ¡No subas!

No va a subir. Maldita sea no. Pero tampoco puede moverse.

- ¡Sé que dijimos que sería una última vez!.- Tony grita pero apenas le escucha, así que recupera el movimiento y baja corriendo.- Gracias a Dios, no podía gritarte todo lo que tengo que decirte.

- Ahora te escucho mejor.- casi, porque sus latidos son fuertes y retumban en sus oídos.

- Sé que hicimos un trato pero no quiero que termine.- Tony se ve afligido.- No quiero seguir fingiendo que estoy bien con esto, ya no.

- Tony...

- Dime que no sientes lo que yo siento por ti, dímelo justo ahora y juro por mi vida que es la última vez que te molesto.- suplica.- Dime que no te gustó convivir conmigo y desaparezco.

- Yo...

- Te amo, Peter Parker.- agrega y ve el temor en sus ojos.- Te amo demasiado para dejar que te vayas sin qué lo sepas,  porque necesito decírtelo, aunque la respuesta no sea de mi agrado.

- Estoy casi seguro que tu sientes lo mismo, lo he visto en tu mirada.- sus mejillas están rojas y su cabello alborotado por el viento.- Pero necesito escucharlo de tus labios.

- No.- incia.- No solo estaba en mirada, también en mis besos. Todo lo que hay en mí es amor para ti Tony. Porque te ame y te sigo amando, incluso más que ayer.

La boca de Tony choca de inmediato con la suya. Esta vez el beso no es lento ni triste, es dulce y un poco salado, por las lágrimas que se han filtrado.

- Esto es un desastre después de todo lo nos hemos hecho.- tiene que decirlo desde el inicio.- Pero estoy dispuesto a construirlo todo de nuevo, porque lo último que quiere en mi vida es despertar una mañana sin ti.

Siente como su garganta se cierra y su pecho deja de doler. No quería irse sin oír eso, sin terminar de aceptar que su corazón solamente estaba lleno y contento cuando Tony Stark estaba a su alrededor.

- Tenemos un vuelo que abordar, Tony.- le duelen las mejillas por la sonrisa que llena su cara.- Me prometiste las mejores tostadas.

Entrelaza su mano con la genio y corren de nuevo a la aeronave, esta vez Peter sube sin titubear. Sí se le olvidaba algo, la persona que más feliz le ha hecho en su vida, maldita sea.

- Uno de los ayudantes le llevará tu auto a Pepper.- dice mientras toman asiento y se colocan sus cinturones.

- Me matará en cuanto sepa lo que hice.- Tony se ríe con travesura.- ¿Crees que me dejen entrar solamente con mi licencia de conducir?

- Bueno, creo que podré llevarte cigarrillos a prisión.- Peter se ríe divertido.

- Soy Tony Stark.- serio.- Necesitaré más que cigarrillos.

Se ven nuevamente, se reconocen y entienden que son lo que necesitan. Sostenerse la mano del otro es todo lo que esta bien en la vida y que esta en su sangre el amarse tanto.

- ¿Listo?- el piloto ha dado el anuncio que están listos para despegar.

- Sí es de tu mano, Tony, sí.-

Es el fin de una historia para iniciar una nueva. Sin mentiras, sin dudas, sin engaños, porque ya perdieron diez años de su vida sin estar juntos, tienen tiempo que recuperar y mil historias más que contar.

Porque están destinados a estar sin importar el tiempo, la distancia o lo que sea, porque aquel amor que la laguna bioluminiscente vio nacer sigue ahí.

Ahora son dos adultos que cruzan el atlántico listos para la siguiente aventura, dos personas que se sostienen de la mano y que comprobaron, por las malas, que son el uno para el otro.

Fin.

Una historia sin final. [STARKER]Where stories live. Discover now