Capítulo 33: Entre su vida y la mía

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Todo fue tan rápido pero fue suficiente para ponerlo de mal humor.

Al tocar el libro Zagan fue capaz de ver por sí mismo lo que había estado haciendo el inútil de su hijo desde que desapareció del mundo mágico. La mayoría de lo que vio le pareció irrelevante, solo Kiefer siendo el mismo Kiefer indomable de siempre, luchando en varias ocasiones contra el líder de Albanorth, discutir con una chiquilla castaña y de ojos saltones que siempre era acompañada por un chiquillo de lentes. Hasta ahí las cosas iban bien, sin embargo ese ambiente hostil y las discusiones fueron cambiando rápidamente dejándole ver un Kiefer diferente.

Uno menos agresivo, más comunicativo y hasta cierto punto alguien más humano. Fue capaz de interactuar de buena forma con los demás, sobre todo con el líder del reino enemigo.

Ver como su hijo menor abandonaba sus deseos de lucha y hablaba tranquilamente con el líder de Albanorth hizo hervir su sangre, se sintió humillado y decepcionado al descubrir que su hijo menor, su mayor orgullo tenía sentimientos amorosos por él.

Si el objeto en sus manos no fuera una reliquia resistente en ese instante hubiera sucumbido bajo su poder.
Su odio y humillación eran tan grandes que alteraban su flujo de magia provocando que la pequeña habitación comenzara a temblar, algunos de los adornos chocaban contra el suelo rompiéndose en miles de pedazos.

Piper se sintió temerosa y un por un momento quiso esconderse bajo la cama, tuvo que respirar hondo en varias ocasiones para tomar valor y hablar. Ahora que estaba furioso era el mejor momento para sembrar cizaña en contra de Yoloth.
 
-Yoloth Ariella Mayer- Murmuro obteniendo una mirada de Zagan. –Ella es la responsable de todo esto. Es una loca obsesionada con las relaciones entre hombres y decidió corromper a su hijo- 

Zagan estrujo nuevamente el libro desquitando momentáneamente su ira. Su orgullo estaba por los suelos, le parecía una locura creer que su mayor orgullo cayera en algo tan vil como el amor. De no haberlo visto con sus propios ojos jamás lo hubiera creído.

-Esa chica es peligrosa- Retomo Piper. –Debería detenerla antes de que…-

Las palabras de Piper se perdieron en el aire al sentir un fuerte agarre en su cuello y en un instante sus pies habían dejado de tocar el suelo. Su rostro se tornó rojo y sus ojos parecían querer salirse de sus cuencas por la falta de aire, miro a Zagan y ya que no podía hablar le rego con la mirada que por favor la soltara pero en ningún momento se inmuto. Al contrario apretó con más fuerza su cuello hasta el punto de sentir que la sangre dejo de circular por sus vasos sanguíneos.
   
-Un ser inferior como tu debe conocer su lugar-

Zagan presiono dos dedos contra la frente de Piper y luego de recitar unas palabras difíciles de entender para la chica lentamente su cuerpo se fue haciendo pequeño hasta tomar no solo la forma sino la apariencia de una diminuta cucaracha que cayo inconsciente al suelo.

Levanto un poco su pie y lo posiciono encima de la cucaracha listo para hacerla pedazos, aunque luego de pensarlo un poco decidió no hacerlo. Si lo pensaba bien la chica impertinente fue de ayuda para localizar a su hijo y como recompensa la dejaría con vida.
Además… sería un poco trágico derramar su ira contra esa pequeña alimaña cuando tenía una presa más grande que eliminar.
 

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-¿Qué hiciste con ellos?-

Pregunto Kiefer a su padre temiendo la posibilidad de que asesinara a los padres de la mocosa.

Zagan no necesito pensarlo mucho para entender de quien hablaba.

-¿La mujer y el hombre que me recibieron?- Dijo inocentemente activando los sentidos de Yoloth. -¿A caso te preocupas por ellos? ¿Dime Kiefer… te dolería que los matara?-

El Libro De YolotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora