EL REGRESO

Capítulo 40

Mamá saca una llave de debajo de uno de los peldaños de la casa y abre la puerta con un poco de esfuerzo, todos entramos a la casa abandonada y vieja de mi madre y miramos a todos lados. Estaba polvorienta y aún amueblada, el olor a humedad y polvo casi hacen que me de un ataque de estornudos.

-Sí que le falta una limpieza profunda -comenta mi mamá.

Ella entra a la sala pero por un momento se queda parada allí. Papá la abraza de repente y mamá le sonríe antes de jalarlo para ir a la cocina. Nosotros tres los miramos un segundo, recordando la historia que nos habían contado, Sarah se acerca a ella para saber si estaba bien. Dejamos las cosas en el suelo y fuimos a buscar las de limpieza, mamá nos llama al encontrarlas y todos, incluidos nuestros tíos y Vince que nos ayudaron a traer todo, se quedaron para la limpieza de esta casa.

Empezamos desde cero y movimos todo mueble y decoración que hubiera en este lugar para que no haya ni un espacio sin limpiar. Al ser varias personas ayudando, conseguimos terminar antes de lo previsto, pero sí era muy tarde cuando acabamos. Decidimos despedirnos de mi familia antes de irnos volando de regreso al clan.

-Oye, Jayd -Dylan vuela a mi lado de camino a casa.

-¿Sí? -pregunté.

-Iba a decirte esto antes pero Sarah me ganó en hacerlo -sonríe leve-. Yo también planeé en mudarme.

-¿Eh? ¿En serio?

-Sí, lo he pensado mucho también y creo que ya es tiempo de hacer mi propia vida. Además, no quiero llegar un día y escucharte a ti y a tu novia en medio del...

-Sí, sí, entendí -lo detuvo allí haciéndolo reír-. Está bien, pero... ¿A dónde irás?

-Pues... a todos lados. Siempre quise hacer un viaje por todo el mundo, y me ahorraría mucho en un pasaje de avión -sonríe agitando sus alas-. Quiero conocer y aprender más, tal vez empiece la universidad... aún no estoy seguro. Pero también quisiera tener mi propia empresa, sabes que se me da bien esas cosas.

-Sí lo sé, presidente -rodé los ojos-. Mamá y papá te matarán por no decirles.

-Y es por eso que he decidido irme enseguida -aceleró su vuelo-. Adiós hermanito, te mandaré fotos.

Dylan se aleja de mí con rapidez, tomando un rumbo distinto pues no necesitaba cargar con nada más de lo que ya tenía en la riñonera en su pecho. Reí un poco y noté que Vince se coloca a mi lado.

-Entonces... el nuevo líder tiene casa sola, ¿eh?

-Ni tan sola... -respondí apartando la mirada.

-Oh, es cierto... compartes casa con la nueva líder-se corrige-. Recuerda que aún hay tiempo antes de un heredero próximo.

-¡Lo siento, Vince, no te oigo! -aceleré el vuelo para no empezar esa conversación.

Lo escuché estallar a carcajadas junto a mis tíos pero dejé de escucharlos al alejarme más. Aunque... no me molestaría si en un futuro siguiéramos juntos, tener un bebé con ella. En especial por el método para hacer a ese bebé...

Mi mente divaga y comencé a crear escenas de ese momento que espero pronto... A Nilsa con poca ropa o sin nada, hermosa como siempre, jadeando, gimiendo, saltan... Okey, mejor me detengo. Mis alas se agitaron y yo me reclamé por pensar esas cosas en estos momentos.

-Jayd Rais... te has vuelto un completo pervertido -murmuré sacudiendo la cabeza para tratar de borrar aquellos pensamientos impuros.

Impuros pero deliciosos...

Finalmente llegué a casa, fui directo a la ventana de mi habitación para entrar por allí y enseguida noté a Nilsa durmiendo de nuevo. Sonreí con ternura por aquella imagen, fui al baño a darme una ducha helada y luego salí para acercarme a la cama, me acosté a su lado y la abracé con cuidado de no despertarla. Aunque ser cuidadoso no pareció suficiente ya que ella se sobresalta un poco.

-Hey, soy yo... tranquila -susurré en su oído para calmarla.

-Ah, Jayd... eres tú -murmura adormilada-. Lo siento.

-No te disculpes, vuelve a dormir.

La acomodé junto a mí, con mis manos en su cintura y apegando su cuerpo al mío. Ella se aferra a mi pecho, escondiendo su rostro en mi cuello y sin tardar en caer dormida de nuevo mientras acariciaba su cuerpo con delicadeza hasta que yo igual había quedado completamente dormido a su lado.