Capítulo 4

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El timbre suena y pude ver mi oportunidad en marcha. Ayer tuve que soportar no saber la verdad pero ahora es mi momento de hablar con el profesor. Esperé a que todos los alumnos se fueran, yo me acerqué a su escritorio.

-Profesor, ¿podemos hablar? -pedí.

-Por supuesto, Jayd. Siempre estoy interesado en que mis alumnos me comenten cosas, en especial si se trata del trabajo de investigación que te he dejado -me mira como si todo esto fuera un juego.

Apoyé mi mano en mi hombro al sentir mis alas hormigueando, ¿qué les pasaba?

-¿Qué puede decirme sobre lo que sabe? -pregunté dejando a un lado esa sensación nuevamente.

-Depende de lo que quieras saber.

-Todo. ¿Quienes son todos esos cuervos?

-¿No conoces a tu propio clan? -cuestionó sorprendido.

-¿"Clan"? -lo miré confundido.

-Tus padres ni te han dicho nada, al parecer... -suspira-. Tu especie se distribuye en clanes al rededor de todo el mundo. El tuyo es el del monte más cercano a la ciudad.

-¿En el monte?

-Así es. Si vas allá y subes todo lo posible verás una niebla muy densa, tras ella está tu clan.

-¿Por qué niebla? -pregunté.

-Tu clan es conocido por aborrecer a los humanos, los detestan tanto que usan la niebla para mantenerlos lejos de ellos. Si llegan a ver alguno, lo atacarán enseguida.

Fruncí el ceño por lo que acaba de decir. Eso significaba que no podría llevar a Sarah a ver el clan, ¿es por esto que papá los dejó y se fue a vivir con mamá solos? ¿Para estar con ella porque no la aceptaban? Salido de un drama totalmente.

-Entiendo... gracias, profesor.

-Antes de que te vayas, Jayd. Hay algo que quisiera pedirte, como pago por todo lo que te he dicho -me sonríe.

Miré a otro lado por un segundo en lo que pensaba que hacer, pero finalmente le vi lo justo a su pedido así que asentí dejando que continuara.

-Soy un coleccionista de objetos valiosos y se dice que al líder de tu clan le cortaron las alas pero las conservan todavía por ser especiales. ¿Te importaría conseguir aunque sea una pequeña pluma para mí? Solo esa pluma, es lo que pido.

-Seguro, veré qué hacer -respondí.

-Muchas gracias, no sabes cuán feliz me harás con este regalo.

Asentí en respuesta.
Salí de la clase y luego de la escuela, me apresuré para que nadie me viera y corrí hasta el monte. A los pies de este pude ver una casa alejada de las demás, abandonada pero en buen estado. Subí el sendero y fui más arriba, en un momento saqué mis alas y volé entre los árboles, me detuve al ver un estanque, fascinado por su belleza natural.

-Genial... a Sarah le encantaría venir aquí -murmuré sonriendo.

Negué con la cabeza y seguí volando, después de unos segundos vi la pared de neblina que, como dijo el profesor, era realmente densa. Subí para esquivarlo y al estar en la cúspide lo vi, era mi clan.

Mi sorpresa y sonrisa se desvanecen al ver que estaban en guerra con otros cuervos. Podía distinguir quienes eran por el logo en su ropa, identifiqué a mi clan y al enemigo, lo supe porque el mismo símbolo que mi clan tenía en su ropa también lo estaba en la gran puerta del acceso principal.

Pensé por un momento en no involucrarme, después de todo no conocía a estas personas y no sabía la gravedad de la situación. Pero el ver a mi clan necesitando ayuda me hizo querer hacerlo... papá y mamá me entrenaron, debía aplicar todo mi conocimiento ahora, porque ellos son mi clan...

EL REGRESOWhere stories live. Discover now